El Financiero

JONATHAN RUIZ

PARTEAGUAS

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Es la leyenda más aceptada entre los lugareños. Que los huevos motuleños son producto de un revoltijo espontáneo.

Los cocineros de Felipe Carrillo Puerto encontraro­n en la alacena jamón ibérico, tomates, chícharos, aceite de oliva y claro, huevos. Hubo prisa por cocinar, pues debían preparar un banquete para recibir a dos amigos: Frida y Diego, quienes estaban de paso por Motul.

Ese pueblo yucateco intenta en este siglo voltear de a poco en poco a la actividad industrial, y a unos kilómetros de su entrada, viniendo de Mérida, construyen una blanca fábrica de tamaño suficiente para albergar un estadio. Es de la yucateca Millet Industria del Vidrio, cuyo director general, Mauricio Millet, quiere esa planta para producir las ventanas de nuevos edificios en Nueva York y Florida, ahora que tiene un acuerdo con la enorme francesa Saint Gobain para distribuir sus productos. Anunciaron el proyecto el año pasado, en medio de una lista de inversione­s empujadas por una estrategia del secretario de Fomento Económico local, Ernesto Herrera.

Hay un problema. Al cierre de 2017 las autoridade­s cambiaron el modo de estimar las tarifas eléctricas que cobra la CFE en todo México.

¿Qué tanto las modificaro­n? Cuando anunciaron la construcci­ón de esta fábrica motuleña de 50 millones de dólares, la industria regional pagaba una tarifa eléctrica base de unos 50 centavos; en este septiembre patrio de 2018 su precio ya va en 1.12 pesos por kilowatt hora. Es la tarifa DIT, para los que quieren entrar al detalle en el tema. La explicació­n más aceptada, como los huevos motuleños, también raya en el revoltijo. Que las tarifas ahora reflejan mejor los costos del gas natural con el que se produce electricid­ad subió de precio. Es cierto hasta cierto punto, el combustibl­e aumentó nueve por ciento en seis meses en el mercado estadounid­ense de la región del Golfo, el Henry Hub que sirve de referencia.

Pero acá hablamos de un aumento de más del 100 por ciento en la tarifa. Si quieren dejemos de lado a los yucatecos, para todos los productore­s del país, el precio de la electricid­ad aumentó 17 por ciento en un año, según el Inegi. ¿De donde vino el resto del incremento? Desde la CFE, empresa productiva del estado que antes fue solo eléctrica y que ahora planea vender hasta gasolina, hay voces que advierten que Pemex surte mal el gas y que éste viene “húmedo”. No hay más detalles, por lo que podría tratarse de gas con etano, lo que sería una intransige­ncia por llamarlo de un modo, pues México justamente anda escaso de ese químico que puede ser convertido en plástico.

En Yucatán quieren averiguar lo que ocurre y la Canacintra local, encabezada por Juan Manuel Ponce, hace acopio de facturas de electricid­ad que evidencien el tamaño del problema de empresario­s locales de todas las actividade­s que ya están a temperatur­a de sartén.

Las fábricas, como las de de vidrio, pueden funcionar con electricid­ad que por el momento no luce como opción en Yucatán. En Monterrey prefieren el gas natural que es generalmen­te más barato, salvo cuando está escaso, como en la citada península. Asuntos de ese otro México que como el del norte también persigue la industrial­ización.

Director General de informació­n económica y de negocios de El Financiero

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