APERTURA
Christian Dior inauguró ayer la Semana de la Moda de París con un despliegue de danza contemporánea en la pasarela -concebida en conjunto con la coreógrafa Sharon Eyal- y una colección con faldas que evocaban tutús y vestidos livianos diseñados para tener libertad de movimiento.
La marca francesa está bajo una nueva gerencia desde principios de 2018, tras una serie de cambios en LVMH, que buscan dar a sus firmas un nuevo ímpetu, mientras la industria apunta a una clientela más joven y a la mercadotecnia online. Pietro Beccari asumió como nuevo presidente ejecutivo de Dior en enero, mientras Maria Grazia Chiuri está a cargo del diseño desde mediados de 2017, poniendo su sello con colecciones abiertamente feministas, y desarrollando una silueta reconocible con faldas traslúcidas.
Esta vez, los logos omnipresentes que caracterizaron algunas presentaciones previas fueron menos evidentes, con estilos despojados en una variedad de tonos piel acaparando la atención en un show al que asistieron celebridades, entre las que se encontraba Blake Lively.
Bajo una lluvia de pétalos rosados, junto con bailarines, las modelos caminaron livianamente por la pasarela con calzados deportivos que recordaban los zapatos de ballet. Algunas usaron zapatillas lisas con vestidos elegantes y sueltos, en un guiño a la tendencia de la ropa casual que arrasa en el mundo de la moda y genera enormes ventas.