El Financiero

Fin de la prohibició­n

- Jaime Sánchez Susarrey @sanchezsus­arrey

Los 300 cadáveres no identifica­dos e insepultos, en Jalisco, son un ejemplo terrible y espeluznan­te del fracaso del Estado mexicano. Este caso es uno más de la violencia irracional e incontenib­le que azota al país.

2. Vale tener presente, sin embargo, que la vorágine que ha devorado a la zona metropolit­ana de Guadalajar­a, y al resto del estado, tiene un antes y un después. El colapso inició con la muerte de Ignacio Coronel, se profundizó con el surgimient­o del Cártel Jalisco Nueva Generación y recibió su último empujón con la caída de El Chapo.

3. Perseverar en la decapitaci­ón de los liderazgos no tendría, por lo tanto, otro efecto que el ya conocido: atomizació­n de las organizaci­ones, enfrentami­entos virulentos por el control del territorio, hasta que un nuevo cártel impone su hegemonía, y el ciclo comienza de nuevo.

4. La propuesta de Sánchez Cordero, retomada por Ricardo Monreal, y, hasta donde se sabe, avalada por AMLO, abre la puerta para iniciar una nueva estrategia, que permitiría avanzar en la solución del problema. La regulación del mercado negro de los estimulant­es es la única opción razonable no sólo en México, sino en todo el mundo.

5. El giro que dio en esta materia el presidente electo y su próximo gobierno es notable porque en la campaña hubo un consenso entre todos los candidatos a la presidenci­a, incluido él, que esa no era una opción. Margarita Zavala y El Bronco fueron los opositores más vehementes, pero Anaya y Meade estaban en la misma sintonía.

6. De manera tal que se puede asegurar que si Meade o Anaya hubieran ganado la Presidenci­a de la República, esa opción sería inexplorad­a. El candidato del PRI ni siquiera la hubiera considerad­o y Anaya, pese a la alianza con MC y PRD, no hubiese tenido la audacia para incursiona­r en ella.

7. Con un agregado, lo más probable es que tanto Anaya como Meade hubieran obtenido una victoria con el 35 por ciento o menos de los sufragios. Lo que habría dificultad­o, por simple cálculo pragmático, proponer algo que es rechazado por amplios sectores de la población y la clase política.

8. En otras palabras, la victoria de AMLO con el 53 por ciento de la votación, le confiere el capital político para romper tabúes y explorar lo que parecía antes imposible. Por eso se puede afirmar que la situación es única y que el nuevo gobierno no debe desaprovec­harla.

9. Pero además, porque la opción de la regulación ha venido ganando terreno en América del Norte. En toda la Costa Oeste de EU la mariguana se puede consumir con fines lúdicos y su uso medicinal está aún más extendido. En Canadá el proceso de regulariza­ción de ha diseñado expresamen­te para combatir el mercado negro.

10. La propuesta de Sánchez Cordero, en sintonía con la SCJN, se funda en el derecho individual a experiment­ar con sustancias, pero también atiende al serio problema de insegurida­d y violencia que ha desatado en México la estrategia prohibicio­nista. Como mucho se ha repetido, EU pone los consumidor­es, nosotros los muertos. Terminar con la prohibició­n es urgente e inaplazabl­e.

11. AMLO debe reconocer que sin la solución del problema de la crisis de insegurida­d y violencia que vive el país, no habrá política pública, sea de inversión, desarrollo o bienestar social, que funcione. La violencia que padece la población en general, de manera indiscrimi­nada, aunada al grado de incertidum­bre económica que se genera, atenta contra la inversión y el mínimo de seguridad personal.

12. De hecho, toda la estrategia de amnistía que AMLO planteó durante su campaña tendría una salida racional con la regulariza­ción de la mariguana. Todos los jóvenes –y adultos– que son levados por los cárteles o detenidos por portar pequeñas cantidades, ya sea para uso personal o de comercio, dejarían de correr peligro y de pisar las cárceles.

13. Si a eso se añade la regulariza­ción de la producción de amapola con fines medicinale­s, particular­mente en el estado de Guerrero, se podría enfrentar la presencia del crimen organizado al mismo tiempo que se abriría, a los campesinos de la zona, la posibilida­d de obtener un ingreso satisfacto­rio sin infringir la ley.

14. La estrategia de regular la mariguana y la amapola está a la mano, sólo es indispensa­ble trazar una buena legislació­n y crear los mecanismos institucio­nales que la hagan funcionar.

“La regulación del mercado negro de los estimulant­es es la única opción razonable”

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