El Financiero

MACARIO SCHETTINO

- Profesor de la Escuela de Gobierno, Tec de Monterrey Macario Schettino Opine usted: www.macario.mx @macariomx

FUERA DE LA CAJA

El Centro de Investigac­ión Económica y Presupuest­aria, CIEP, fundado y dirigido por Héctor Juan Villarreal, ha realizado un estudio del costo de la reducción de impuestos en la franja fronteriza norte. Como usted sabe, el Presidente electo prometió reducir el IVA al 8% y el ISR al 20% en un territorio de 20 Km, poco más o poco menos, a partir de la frontera con Estados Unidos. Es una pésima idea, como el mismo Héctor J. Villarreal decidió comentar ayer mismo en su cuenta de Twitter. La razón es muy simple: bajar impuestos es mucho más grave que subir el gasto, porque el aumento del gasto puede eliminarse de un año a otro, pagando ciertos costos políticos, pero la reducción de impuestos es algo sumamente complicado de revertir. Ya lo habíamos platicado aquí mismo: el costo político de subir el IVA a 16% en la frontera, que ya se pagó, no tiene sentido desperdici­arlo.

El CIEP ofrece estimacion­es detalladas del costo de esta decisión. Puede usted ver el documento completo en (http:// ciep.mx/reduccion-del-iva-emillones isr-en-la-frontera-impacto-enrecaudac­ion/). Sin considerar los esperables cambios de domicilio, por evasión y elusión, el CIEP estima que la reducción del IVA representa­rá una caída en recaudació­n de entre 51 y 57 mil de pesos, dependiend­o de cuánto de la reducción del IVA se refleje en el precio de los bienes. Dicho de otra forma, la peregrina idea de que bajar el IVA implica una reducción en precios de los bienes, y por lo tanto una mayor competitiv­idad en el comercio al menudeo en la franja fronteriza, no tiene mucho sustento. Su impacto, en el mejor de los casos, será de 6 mil millones de pesos, sobre 51 mil que se pierden. No hay ganancia social en la reducción del IVA. En el caso del ISR, la pérdida esperada va de 31 a 42 mil millones de pesos, bajo el supuesto de que la mitad de las empresas de las entidades fronteriza­s está ubicada en la franja fronteriza. Si, como parece ser el caso, el porcentaje es mayor, entonces la pérdida recaudator­ia también será mayor. Basta pensar en el caso de las dos costas, Baja California y Tamaulipas, para ver que cerca del 100% de las empresas están ubicadas en esos 20 o 25 kilómetros de la frontera. Pero aun suponiendo que no fuese así, la pérdida en recaudació­n va de 82 a 108 mil millones de pesos. Es algo que no tiene ningún sentido. No hay ganancia en competitiv­idad, ni en bienestar, como lo ha mostrado el desempeño de esa región en la última década. Me ha tocado defender en Tijuana, Juárez, Mexicali, Laredo y Matamoros el que la frontera debe pagar lo mismo que el resto del país, y sé que los habitantes de la región no gustan de esa idea. Pero tampoco el resto del territorio. En frontera, argumentan que pagan más que en Estados Unidos, pero jamás consideran en sus cuentas el impuesto predial, o los impuestos locales, que acaban siendo mucho más onerosos que los pagados en México. Entiendo que se trata de una propuesta electorera, pero López Obrador no tiene que ganar ninguna elección. La más próxima, en Baja California, no creo que dependa de esta decisión, consideran­do el deplorable desempeño del actual gobernador de esa entidad.

Lo que debe considerar el Presidente electo es que no tiene muchas fichas para jugar, y que no tiene que gastarlas todas en la primera mano. Modificar el gasto para dedicarlo a otras prioridade­s es algo perfectame­nte razonable. Reducir impuestos, en uno de los países con menor recaudació­n del mundo, no lo es. Bajar impuestos no es buena idea. Espero que el Presidente electo considere estas opiniones para garantizar que sus objetivos se cumplan con el menor riesgo posible.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico