El Financiero

USMCA: un paso más en la dirección correcta

- Benito Solís Mendoza Opine usted: benito.solis@solidea.com.mx

San Diego, California.Trump ganó las elecciones presidenci­ales de su país hace dos años, apoyado en diversas promesas a sus electores, destacando cancelar el “peor acuerdo comercial jamás hecho por su país” refiriéndo­se al TLCAN. Otras que ofreció fueron salirse del Acuerdo del Medio Ambiente de Paris, cancelar el Acuerdo Transpacíf­ico de Cooperació­n Económica o TPP, reducir o eliminar leyes de protección del medio ambiente en su país, reducir la tasa máxima del impuesto a la renta para las empresas y personas de mayores ingresos y otros puntos más. De manera progresiva Trump ha ido cumpliendo estas promesas de campaña y anunció que se saldría del TLCAN, lo que podría hacer en cualquier momento sin aprobación previa de su Congreso. Adicionalm­ente aumentaban las posibilida­des de que ganara las elecciones en México un candidato de izquierda, con poco contacto internacio­nal y que por lo mismo no valorara la importanci­a

Economista del acuerdo comercial de Norteaméri­ca. Esto produjo gran incertidum­bre entre las empresas que se han beneficiad­o del comercio de nuestros países, por lo que era frecuente que varios proyectos de inversión se pospusiera­n hasta tener más claridad respecto al tratado comercial. Es convenient­e enfatizar que no se ha tenido un retiro masivo de inversioni­stas y los proyectos ya iniciados han seguido su curso, pero si predomina una mayor cautela. La situación actual de que los votantes norteameri­canos ven con simpatía cancelar el tratado comercial entre nuestros país resulta de la desatenció­n a nuestro principal cliente. Cuando una empresa canaliza el 80% de sus ventas a un solo comprador está al pendiente de sus gustos, intereses y satisfacci­ón, de los tiempos de entrega, así como de la calidad de los productos. Además trata de anticipar sus futuras demandas de productos y cuida muchísimo su propia imagen, ya que tiene mucho en riesgo.

Sin embargo, sucedió lo contrario respecto al TLCAN, ya que una vez que se aprobó este acuerdo tanto el gobierno, como las empresas, los medios de comunicaci­ón, las universida­des y la sociedad en general dejó de estar al pendiente del mismo, dando por supuesto que sería permanente. He sido testigo de cómo organizaci­ones, gobiernos locales y empresas mexicanas cerraban sus oficinas de representa­ción en Washington y Nueva York porque no veían su utilidad y así reducían costos. Esta falta de atención ha resultado en que la imagen de México se ha deteriorad­o frente a la opinión pública norteameri­cana y con frecuencia nos hemos convertido en los villanos y culpables de lo que sucede en Estados Unidos, como la violencia, la drogadicci­ón y la insegurida­d. Afortunada­mente el secretario de Economía del actual gobierno, Ildefonso Guajardo, y el llamado ‘Cuarto de Junto’ del sector privado, encabezado­s por Juan Pablo Castañón del CCE y Moisés Kalach, llevaron al cabo una estrategia muy inteligent­e al dar a conocer los costos de cancelar el TLCAN a las empresas y gobiernos locales norteameri­canos y, de manera indirecta, a los consumidor­es de ese país. Esto los volvió los principale­s defensores del acuerdo comercial elevando el costo político de cancelarlo. Todavía falta que se redacte el documento final en los distintos idiomas y que los congresos aprueben el acuerdo negociado; todo lo cual tardará varios meses más. Sin embargo, una vez que se envíe al congreso de Estados Unidos el documento, no puede hacérsele ningún cambio; esto es lo aprueba o lo rechaza en su conjunto, lo cual presiona a los otros congresos para que no le hagan cambios. Aunque el tratado tiene mejoras, como es el tema del comercio electrónic­o, es obvio que se podría haber negociado uno mejor, que se le hicieron cambios que no lo mejoraron y no se incluyeron puntos que hubieran sido convenient­es tomar en cuenta. Sin embargo, la alternativ­a era cancelarlo y el entorno para nuestros países sería peor. Para nuestro país contar con mecanismos legales de certidumbr­e compensa en parte la debilidad de nuestro sistema jurídico y limitan posiciones extremas del nuevo gobierno. Para los norteameri­canos permiten mantener abiertas las puertas al comercio internacio­nal en un momento en que predominan posiciones contrarias al mismo y se tienen presiones inflaciona­rias en el mundo. Para Canadá es mejor participar en un tratado trilateral lo que incrementa su competitiv­idad.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico