PARA JAMES ALLISON Y TASUKU HONJO POR SU LUCHA CONTRA EL CÁNCER.
UNA NUEVA GENERACIÓN DE TRATAMIENTOS PERMITE AHORA QUE EL SISTEMA INMUNE SE ACTIVE CONTRA LOS TUMORES
LOS CIENTÍFICOS JAMES ALLISON Y TASUKU HONJO GANARON EL PREMIO NOBEL DE MEDICINA
por descubrimientos que allanaron el camino para tratamientos revolucionarios contra el cáncer. Allison de Estados Unidos notó el potencial de quitar un freno en el sistema inmune mientras trabajaba en la Universidad de California en Berkeley en los 90 y desarrolló un nuevo enfoque para tratar a pacientes con cáncer. Honjo, de Japón, descubrió una proteína también dirigida a nuevos medicamentos. “Durante más de 100 años, los científicos intentaron involucrar al sistema inmune en la lucha contra el cáncer”, dijo la Asamblea del Nobel el lunes en un comunicado. “Hasta los descubrimientos de los dos galardonados, el progreso hacia el desarrollo clínico fue modesto. Estas terapias han revolucionado el tratamiento del cáncer y han cambiado fundamentalmente la manera en cómo vemos que se puede manejar el cáncer”. El campo de la inmunología-oncología ha transformado el tratamiento del cáncer, lo que ha llevado a terapias que han alargado las vidas de miles de pacientes y han puesto fin a la invencibilidad de tumores mortales en el pulmón y otros órganos.
EL PODER DE LA CIENCIA
El trabajo de Allison condujo directamente al desarrollo del Yervoy de Bristol-Myers, aprobado por los reguladores de EU en 2011 para tratar el melanoma en etapa avanzada, la forma más peligrosa de cáncer de piel. Según un comunicado del MD Anderson Cancer Center en Texas, donde Allison es ahora profesor, hasta el 20 por ciento de los pacientes tratados con Yervoy sobreviven al menos durante tres años, y muchos han vivido por 10 años o más.
El científico estadounidense contó en una conferencia de prensa que ingresó al campo para aprender cómo funcionan las células inmunitarias. Dijo en una entrevista que nunca habría hecho su famoso hallazgo si se hubiera propuesto utilizar el sistema inmunológico para atacar el cáncer.
Al estudiar cómo el sistema inmunitario ataca a los tumores en la década de 1980, el investigador francés Pierre Golstein aisló varias moléculas, entre ellas una llamada CTLA-4. Su función no se entendió hasta aproximadamente 1995, cuando Allison fabricó anticuerpos que bloqueaban la función de la molécula y descubrió que hacía al sistema inmunológico más agresivo.
GRAN IMPACTO
Cuando Honjo estaba realizando un trabajo similar con la proteína PD-1, comenzó a surgir una imagen de moléculas que inhibían la protección del sistema inmunitario contra el cáncer.
Golpear a CTLA-4 resultó en “hiperactividad del sistema inmunológico”, y los medicamentos desarrollados a partir de este principio han tenido un gran impacto, explicó en una entrevista telefónica Golstein, director de investigación en el Centro de Inmunología Inserm de Marsella-Luminy. “Hay una serie de pacientes que habrían muerto y no lo han hecho debido a estos anticuerpos”, señaló. Las terapias dirigidas a PD-1 han demostrado ser más efectivas en áreas que incluyen cáncer de pulmón, linfoma y melanoma. Nuevos estudios muestran que las combinaciones centradas en PD-1 y CTLA-4 pueden ser incluso más potentes, según la declaración del Nobel.
El siguiente paso “es tratar de averiguar por qué estas terapias solo funcionan en algunos tipos de cáncer y en una fracción de los pacientes, para poder beneficiar a tantos pacientes como sea posible”, dijo Allison.