De visita de Trump, Videgaray asume la responsabilidad
En el Senado, el canciller afirma que no hay acuerdo para ser Tercer País Seguro
Senadores, entre ellos Emilio Álvarez Icaza y el legislador de Movimiento Ciudadano, SamuelGarcía, increparon al canciller, Luis Videgaray, por haber sido el artífice de la visita de Donald Trump como candidato a Los Pinos. “Usted pasará a la historia, entonces no era canciller, hoy lo es, como la persona que expuso a su presidente y a su país a una gran vergüenza: la visita de Donald Trump como candidato, a la residencia oficial. Fue un agravio a la conciencia nacional”, soltó Álvarez Icaza. Ante los reclamos, Videgaray reveló que la entonces canciller, Claudia Ruiz Massieu, no estuvo de acuerdo con la visita del candidato republicano, por lo que ante el pleno de la Cámara alta dijo: “asumo mi responsabilidad histórica”.
En otro orden, Videgaray aseguró que no existe ningún acuerdo con la Casa Blanca, ni verbal ni por escrito, para que México se convierta en el Tercer País Seguro. Dijo que conoce las filtraciones de prensa, realizadas tanto en Estados Unidos como en México, las cuales no fueron bien intencionadas en un momento “crítico” de la negociación del Tratado Estados Unidos, México, Canadá (Teumeca).
Un Acuerdo del Tercer País Seguro tendría el objetivo de que México actuara como una especie de filtro y centro migratorio de solicitantes de asilo al gobierno de Estados Unidos. “Quiero ser muy claro: no hay tal caso”, señaló el canciller en respuesta a una pregunta realizada por el senador de Morena, Héctor Vasconcelos, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.
“No hay ningún acuerdo, no hay aceptación ni verbal ni por escrito de algo que se asemeje a un Acuerdo de Tercer País Seguro, como el que tienen celebrado Estados Unidos y Canadá. No es algo que esté en el interés de México”, añadió. Aclaró que la Cancillería ha conversado con el equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, el cual ha expresado la misma posición ante el gobierno de Trump. Un acuerdo de este tipo implicaría favorecer una política migratoria de seguridad y criminalización frente a la realidad de miles de personas que salen de sus países buscando la protección internacional.