Educación inicial y derecho a aprender
Tan profundas como sean las raíces, así de frondosas serán las ramas. Si queremos un sistema escolar que sirva a la justicia y prosperidad de la nación, si queremos de verdad que origen no sea destino, que la pobreza no se transmita intergeneracionalmente y que las escuelas no sean el reflejo de las limitaciones del entorno, sino la expresión más clara de sus aspiraciones y sus sueños, tenemos entonces que trabajar con la continuidad entre la educación inicial y la educación obligatoria.
La semana pasada participé en los Foros Estatales de Consulta “Por un Acuerdo Nacional sobre la Educación”. En estos foros hice un llamado para dar la máxima prioridad a los primeros años de vida, para que la educación sea, como lo manda el Artículo Tercero, el desarrollo armónico de todas las facultades del ser humano. Toparse con barreras para el desarrollo en los primeros meses y años de vida, reducirá drásticamente las oportunidades en todos los campos que son relevantes para cada persona y, por lo tanto, para su comunidad.
Por el contrario, la protección y la activación óptimas del potencial de cada niña y niño son la base necesaria de todo su bienestar personal – presente y futuro–, la clave para su proyecto de vida en libertad y el cimiento para la justicia y prosperidad de toda la sociedad.
El primero de primaria puede ser muy tarde. Por mucho tiempo, niñas y niños de cero Presidente Ejecutivo de Mexicanos Primero a seis años históricamente han sido invisibles para gran parte de la sociedad y las autoridades federal y estatales. Las personas aprenden desde que nacen, y los primeros años son exponencialmente formativos, las capacidades se expanden en forma explosiva. Esta es la etapa más prolífica de la vida, pero, en contraste, ha sido la más desatendida en México en términos del derecho a aprender.
El derecho a aprender es universal, comienza desde el día uno. Si en seis años podemos mirar atrás y reconocer que fue en esta etapa que por fin en México se entendió que la equidad se construye desde el arranque, podemos sentirnos orgullosos de un paso histórico fundamental. El día que miremos a los chicos, ese día seremos grandes.