“LOS OJOS DEL MUNDO ESTÁN SOBRE MÉXICO”
Los ojos del mundo están en la decisión sobre la ubicación del NAIM. José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, dijo que el país no puede fallar, “pondría en riesgo su prestigio como plataforma de inversión”. Al presentar el Tercer Informe de Avances sobre el Desarrollo del NAIM, destacó que los contratos fueron transparentes.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, dijo que los ojos del mundo están puestos en México por el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
“Los ojos del mundo están puestos en México. México no puede fallar, pondría en riesgo su prestigio como plataforma de inversión. Tiene que demostrar que sí se puede llevar a cabo en el país una obra de esta envergadura. Si se logra, se puede replicar en otras obras”, expuso. Gurría indicó que la OCDE no participa en el debate sobre la localización geográfica dado que está fuera de su mandato; sin embargo recomendó que las decisiones tomadas se basen en evidencias objetivas, medibles, verificables y comparables, lo que permitirá que se opte por la mejor solución a la saturación del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
“Lo importante es tomar las decisiones con la mejor información posible”, destacó. Al presentar el Tercer Informe de Avances sobre el Desarrollo del NAIM, Gurría subrayó áreas de mejora en el proyecto del aeropuerto de Texcoco, sobretodo en la gestión de contratos. El análisis de la OCDE encontró que hay 19 subcontratistas en un contrato y 10 de ellos aportan insumos.
En tanto, expone que el proyecto enfrenta riesgos que deben mitigarse como retrasos por la expansión del proyecto a consecuencia del incremento imprevisto en el número de pasajeros y la posibilidad de que esos retrasos generen “efecto cascada”, retrasando a su vez otras obras e impactando el presupuesto. No obstante, agregó que el total de contratos existentes (461) están publicados bajo el estándar de datos para contrataciones abiertas. “Esto vuelve transparente la gestión del proyecto del aeropuerto mismo y se vuelve contagioso para otras obras”, indicó Gurría. Además, 88 por ciento del valor de los contratos se hizo por licitación en lugar de adjudicación directa, nivel superior al 72 por ciento que México sostiene en promedio en obras públicas.