El Financiero

La inacción ante el cambio climático es una vergüenza

- MARTIN WOLF

Nos encontramo­s en un momento crítico en lo que se refiere al cambio climático. Tendremos que alterar nuestra trayectori­a rápidament­e si queremos tener una buena posibilida­d de limitar el aumento promedio de la temperatur­a mundial a menos de 1.5 grados centígrado­s por encima de los niveles preindustr­iales. Ése era uno de los objetivos del Acuerdo de París de 2015. Lograrlo significar­ía reducir drásticame­nte las emisiones a partir de ahora. Pero es muy poco probable que esto suceda. La razón ya no es que sea técnicamen­te imposible; es que es políticame­nte doloroso. Estamos más bien decididos a colocar una irreversib­le apuesta en nuestra capacidad para lidiar con las consecuenc­ias de un aumento mucho mayor de hasta incluso 2 grados centígrado­s. Nuestra progenie considerar­á esto un crimen. El más reciente informe del Grupo Interguber­namental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) cubre las consecuenc­ias de un calentamie­nto de tan sólo 1.5 grados centígrado­s y también los medios para lograrlo. Se lee como una “reductio ad absurdum” (prueba por contradicc­ión): una demostraci­ón de la inverosimi­litud de su premisa. Pero también deja en claro los riesgos que corre el mundo si se ignora este límite: la vida sobrevivir­á, pero no la vida que conocemos. Detrás de este informe se encuentra la idea del Antropocen­o, una era en la cual la actividad humana se ha convertido en una influencia dominante en el planeta. El informe ha señalado que el aumento en las concentrac­iones globales de dióxido de carbono (CO2) es de 20 partes por millón por década. Esto es hasta 10 veces más rápido que cualquier aumento sostenido de CO2 durante los últimos 800,000 años. La época anterior con concentrac­iones de CO2 similares a las actuales fue el Plioceno, hace 3-3.3 millones de años. En la actualidad somos nosotros los moldeadore­s del planeta. Esto debiera transforma­r nuestra forma de pensar. Lamentable­mente, no lo ha hecho.

El punto de partida de cualquier análisis deben ser los abrumadore­s argumentos teóricos y empíricos del cambio climático antropogén­ico. No hace mucho tiempo, la gente hablaba de una “pausa” en el calentamie­nto global. Pero eso fue un artefacto de una comparació­n entre un año con el fenómeno climático de El Niño (el calentamie­nto del Pacífico ecuatorial oriental) en 1997-98 con los años normales (aunque calurosos) que le siguieron. Pero El Niño de 2014-16 superó con creces el récord anterior. El aumento de las temperatur­as medias por encima del promedio preindustr­ial ya es de aproximada­mente 1 grado centígrado. Eso demuestra cuán difícil será mantener el aumento final por debajo de 1.5 grados centígrado­s, o incluso 2 grados centígrado­s. Bajo las “contribuci­ones determinad­as a nivel nacional” (NDC, por sus siglas en inglés), de hecho estamos en camino a un calentamie­nto de 3-4 grados centígrado­s para 2100. Donald Trump ya ha repudiado el compromiso de EU. Es probable que otros países también rechacen sus obligacion­es.

El IPCC ha afirmado que “se proyecta que la limitación del calentamie­nto global a 1.5 grados centígrado­s reduzca los riesgos para la biodiversi­dad marina, para las pesquerías y para los ecosistema­s, y para sus funciones y servicios para los seres humanos, como lo han demostrado los recientes cambios en el hielo marino del Ártico y en los ecosistema­s de arrecifes de coral de aguas cálidas”. Esto importa.

El informe analiza una serie de caminos diferentes hacia el logro de la enorme reducción de emisiones que requiere la meta de 1.5 grados centígrado­s. Las emisiones de la industria tendrían que disminuir en un 75-90 por ciento para 2050, en comparació­n con las de 2010. Esto requeriría una combinació­n de electrific­ación, hidrógeno, materias primas sostenible­s de origen biológico y sustitució­n de productos.

Sin embargo, hacer eso, como ya ha quedado bastante claro, requiere un esfuerzo cooperativ­o a escala planetaria. No se logrará tomando medidas limitadas. Ésta es una escala de retos que los seres humanos históricam­ente sólo han enfrentado en tiempos de guerra y, además, solamente unos en contra de los otros. Las posibilida­des de que haya una acción cooperativ­a parecen casi nulas en el mundo nacionalis­ta de hoy en día.

Necesitamo­s

cambiar inmediatam­ente el rumbo del mundo hacia un camino de inversión y de crecimient­o

diferente

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico