México, la puerta de la relojería en Latinoamérica
El pasado 16 al 18 de octubre tuvo lugar el evento de relojería más importante para el mercado local: el Salón Internacional Alta Relojería, mejor conocido como SIAR. Al tiempo que los comunicados oficiales demoraban en definir la presencia de la totalidad de los expositores, sucedía a la vez la dramática dimisión de Swatch Group como uno de los principales ponentes en la feria de Baselworld, en Basilea, Suiza.
Poco a poco, en cadena, otras marcas fueron anunciando medidas similares. Corum pregonó también su separación, y tanto Richard Mille como Audemars Piguet se desmarcaron (con efecto a partir de 2020) del Salon International de la Haute Horlogerie (SIHH). El efecto dominó sigue sacudiendo al gremio, y se espera que esto continúe, de manera progresiva.
No obstante, en paralelo, era evidente un efecto interesante. Conforme nosotros, como medio, tratábamos de organizar la agenda de cobertura para el SIAR, empezábamos a notar un interesante incremento en la cantidad de expositores. Un total de cuarenta marcas anunciaban su presencia en México, y la visita de personalidades como Olivier Audemars, Jean-Claude Biver, Jérome Biard, Julien Tornare, Arnaud Nicolas, Marco Borracino, JeanMarie Schaler, Jacques Pierre, Vanessa Monestel o Stephen Forsey, entre otros, demostraba el interés renovado en el que, al día de hoy, es el mercado más importante en Latinoamérica.
Es un hecho que la nueva tendencia es buscar eventos que acerquen con claridad a las marcas con los clientes. Y en este sentido, el SIAR ha definido muy bien su estrategia. Haciendo caso omiso a quienes pedían la generosa apertura de sus puertas al público en general, mantuvieron firmes su intención de buscar calidad versus cantidad.
El hecho es que esto fue notable. Los pasillos, hacia el final del día, se inundaban con ávidos consumidores e invitados selectos con intención de compra. Los joyeros más importantes recibían y guiaban a sus más selectos clientes. Luis Peyrelongue paseaba con optimismo; Ari Berger acompañaba a sus más leales clientes; Mauricio y José Wapinski honraban al evento con su presencia regia.
Y en términos de novedades, tampoco se escatimó. Prueba de que las más importantes firmas están dispuestas a invertir sus mejores esfuerzos en la realización de piezas en exclusiva para el mercado mexicano, fue la pieza única que presentó Chopard: el L.U.C Perpetual T Día de Muertos, que hacía gala de una caja con un grabado fuera de serie, lo mismo que una esfera excepcional y de impacto, así como la integración de su movimiento L.U.C 02.15-L, con calendario perpetuo y tourbillon oculto. México tiene mucho que celebrar, en términos de relojería. Seguimos siendo uno de los mercados más activos y vitales, pese a todo, y Suiza lo sabe. Enhorabuena.