Las elecciones de medio término en EU son parámetro
Donald Trump ya ha dejado en claro los términos en los que se desarrollarán las elecciones presidenciales del año 2020. Para cuando los electores acudan a las urnas el próximo martes para elegir los 435 escaños en la Cámara de Representantes y un poco más de un tercio del Senado, habrá dado discursos en 34 mítines de campaña. Casi todos ellos serán en los distritos que ganó en 2016, lo cual indica que no tiene más intenciones de atraer a los votantes neutrales que de unir el país ante la tragedia. Así como el Sr. Trump ha rechazado todas las oportunidades para sanar las divisiones en el país, también ha evitado la oportunidad de apelar a la “mayoría cansada” que no es ideológicamente conservadora ni liberal.
Sus palabras han coincidido con los sitios que ha escogido para los mítines. En lugar de enfatizar el alto crecimiento de la economía, los argumentos finales del Sr. Trump se han enfocado totalmente en la identidad. La semana pasada, el Sr. Trump propuso eliminar el núcleo de la Decimocuarta Enmienda que le otorga la ciudadanía a cualquier persona nacida en EU. También ha enviado a 5,000 soldados estadou- nidenses a “proteger” la frontera sur con México de una caravana de refugiados centroamericanos que tiene aproximadamente el mismo número de personas. Junto con los 16,700 agentes de protección fronteriza, habrá desplegado más fuerzas armadas para evitar una “invasión” fronteriza que los que EU tiene actualmente en el terreno en Afganistán.
Ambas movidas del Sr. Trump son fintas para aumentar la sensación de agravio contra las personas blancas. Ambas también presagian lo que haría el Sr. Trump si los republicanos obtuvieran una improbable victoria el martes. Es difícil sobreestimar el sentido de vindicación del Sr. Trump si eso sucediera. Cualquier restricción que el Sr. Trump ahora siente sería eliminada. Su orden ejecutiva de eliminar la ciudadanía por nacimiento sería impugnada por lo cual el caso iría rápidamente a la Corte Suprema. Si se ratificara la medida, que la mayoría de los expertos judiciales dicen que requiere una enmienda constitucional, no habría ningún límite a lo que podría hacer el Sr. Trump.
El Sr. Trump también planea una purga de los restantes funcionarios atípicos en su administración. Jim Mattis, el secretario de Defensa, probablemente sea una de las próximas víctimas. También es Jeff Sessions, el fiscal general que el Sr. Trump ha querido despedir porque se negó a supervisar la investigación sobre la presunta colusión con Rusia en las elecciones de 2016. Una vez que el Sr. Sessions se haya ido, Robert Mueller sería el siguiente. Se espera que el fiscal especial presente su informe final en las semanas posteriores a las elecciones de mitad de período. Una victoria republicana casi seguramente supondría el despido del Sr. Mueller. También pondría en peligro la seguridad del empleo de Jay Powell, presidente de la Reserva Federal de EU, cuyo endurecimiento monetario al Sr. Trump aborrece. La lista continua. Una victoria republicana la próxima semana aceleraría el enfrentamiento constitucional que se viene gestando desde que el Sr. Trump asumió el cargo. Pero ésta es la realidad: una victoria de los demócratas también provocaría lo mismo. Tras la victoria, el partido demócrata tendría un objetivo primordial: pedirle cuentas al Sr. Trump. Eso implicaría requerir sus registros fiscales; audiencias televisadas sobre los conflictos de intereses del Sr. Trump, incluyendo la forma en que su familia se ha beneficiado de su presidencia; apoyar al Sr. Mueller y su informe; y una iniciativa para restablecer los derechos de voto de millones de estadounidenses que han sido privados de ellos en los últimos años.
Como tal, una victoria demócrata revelará los instintos más combativos del Sr. Trump. Las posibilidades de buenas relaciones entre ambos partidos son nulas. El Sr. Trump ni siquiera ha mencionado la infraestructura — considerada como un tema bipartidista — durante la campaña electoral. La contienda por la Casa Blanca, sumamente importante y polarizadora, comenzará el próximo miércoles. El Sr. Trump ya nos ha mostrado el campo de batalla.
La votación de 2018 es un ensayo general de lo que será una de las contiendas presidenciales más importantes de EU