Instrucciones para “leer” el 68
1 ª. Dejar pasar, como lo hago yo, el 2 de octubre, y así soslayar el riesgo del “Mucho ruido y pocas nueces”.
2ª. No se limite usted a una sola fecha, la referida del 2 de octubre, ni siquiera a un solo año, el de I968, sino ocúpese a la entera década de los 70. 3ª. Repárese en el estamento intelectual. Porque para los 60 ya había desplazado, en el imaginario social, a las clases dilectas de la Revolución y de la Postrevolución: campesinos, obreros, sectores populares. Y porque sus creadores y pensadores, habían protagonizado una Revuelta Cultural.
4ª. Síganse dos pistas. La de la cultura y la de la política. 5ª. Respecto a la cultura, no se contente con el lujo literario de tres generaciones, y el entronque de una de sus luminarias con el boom de la Nueva Novela Latinoamericana. Las generaciones de Medio Siglo, la de Difusión Cultural y/o de Casa del Lago, y la de La Onda. Luminaria: Carlos Fuentes. 6ª. Anote en la generación de Medio Siglo, al citado Fuentes, a Sergio Pitol y a Rosario Castellanos. En la de Difusión Cultural y/o Casa del Lago, a Juan García Ponce y Salvador Elizondo. En la de La Onda, a Gustavo Sainz y José Agustín. 7ª. Interrelacione y de su peso específico a las otras artes inmiscuidas en la Revuelta, de modo señalado: la escénica del Teatro Experimental Universitario; la plástica de La Ruptura; la cinematográfica de Nuevo Cine, grupo y revista. En cuanto al pensamiento crítico, téngase presente el actuar, ahora individual, del que fuera grupo Hiperión, y la influencia de revistas como Mexicana de
Literatura y El Espectador.
8ª. Para la política, tómese nota de la frustrada reforma del PRI, en 1965, y el golpe, un año después, a la UNAM, personal venganza del presidente Díaz Ordaz contra el Rector, el cardiólogo Ignacio Chávez. 9ª. Marine la frustrada reforma de 1965, con la previa creación, en 1959, del Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales del PRI, encabezado por Leopoldo Zea, filósofo, exHiperión.
10ª. Bajo la luz del ascenso del estamento intelectual, del IEPES, y aún de la incorporación al periódico Excélsior de una planta de distinguidos académicos, interprétese el papel en el Movimiento Estudiantil de Emilio Uranga, José Revueltas, Octavio Paz, Elena Garro, Elí de Gortari y Heberto Castillo, entre otros.
11ª. Téngase a la Olimpiada Cultural no como mera ocurrencia, sino coronamiento de la Revuelta Cultural precedente. 12ª. Y, al Movimiento Estudiantil, y a los Juegos Olímpicos, no como parte aguas nacionales (no pasaron, o poco, de la Ciudad de México), sino como río revuelto.