Bátiz se declara listo para ser el primer fiscal general del país
Pero la oposición afirma que sería el “fiscal carnal” del sexenio que inicia
El exprocurador de justicia capitalino, Bernardo Bátiz, se dijo “listo” para ser el nuevo fiscal general de la República… si resulta nominado por el Senado de la República. “Sí, estoy mencionado, efectivamente; si me toca estaré muy gustoso de servir a mí país y de completar una lucha de más de 40 años”, apuntó.
Explicó que “hay un proceso, la ley no se ha aprobado, está en ese proceso”.
–Usted está en una terna, ¿está listo para el cargo?
–Va a ser una lista de 10 personas, cuando menos. Y si soy mencionado ahí, estaré yo preparado; y, si no, en otra cosa habrá que servir. Se requieren muchos aportes, muchas contribuciones para el cambio verdadero que se está ya cristalizando. Entre legisladores federales de la oposición del PAN, PRD y el PRI, el jurista Bernardo Bátiz ha sido señalado como “el favorito” del presidente Andrés Manuel López Obrador para ser el primer fiscal general de la República, por lo que consideran que sería el “fiscal carnal” del nuevo gobierno.
La terna de propuestas para ocupar el cargo de fiscal general de López Obrador está integrada por Verónica de Gyves Zárate, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Bernardo Bátiz.
Esta terna podría estar integrada en la lista de diez propuestas que el Senado enviaría al Ejecutivo para que elija la terna, según lo establecido en el artículo 102 constitucional. En la oposición anticipan que todo parece indicar que de la terna que mandó López Obrador, aun siendo candidato presidencial, el que ya fue procurador de Justicia del entonces Distrito Federal, cuando él fue Jefe de Gobierno, es altamente probable que sea el ‘fiscal carnal’ del sexenio.
Por ello, en la Cámara de Diputados retrasaron el dictamen de la minuta que recibieron del Senado, que contiene la Ley Orgánica de la nueva Fiscalía General, con el fin de escuchar las propuestas de las organizaciones civiles. La Comisión de Justicia sesionará este miércoles para retomar los trabajos de dictamen, con el propósito de aprobarlo y turnarlo al pleno de los 500 legisladores.