Concientización, la clave para utilizar la IA
WANZHOU MENG FUE DETENIDA POR AUTORIDADES CANADIENSES Y ENFRENTA UNA POSIBLE EXTRADICIÓN A ESTADOS UNIDOS
dejó de ofrecer los dispositivos de Huawei en las bases militares por razones de seguridad. Best Buy también dejó de vender productos de la empresa china.
En agosto, el presidente Donald Trump firmó un proyecto de ley que prohíbe el uso de la tecnología de Huawei por parte del gobierno por motivos de seguridad.
También en agosto, Australia prohibió el uso del equipo de Huawei para nuevas redes inalámbricas de 5G y Nueva Zelanda hizo lo mismo la semana pasada, citando preocupaciones de seguridad nacional. Movimientos similares están bajo consideración en Reino Unido. EU está contactando a aliados clave, como Alemania, Italia y Japón, para persuadir a las compañías en sus países para evitar el uso de equipos de Huawei, reportó The Wall Street Journal la semana pasada.
En 2016, el Departamento de Comercio solicitó información sobre si Huawei posiblemente estaba enviando tecnología de EU a Siria y Corea del Norte, así como a Irán. Estados Unidos vetó anteriormente a ZTE, un competidor de Huawei, por violar un acuerdo de sanciones por transacciones con Irán y Corea del Norte.
Aún así, el negocio de telefonía de la firma es un éxito. Superó a Apple como el segundo fabricante mundial de teléfonos inteligentes, con más de 52.2 millones de unidades en el tercer trimestre, de acuerdo con la firma de investigación Gartner. La empresa operará inicialmente el nuevo servicio con cautela, lo que pone en evidencia los desafíos que enfrentan sus vehículos en medio de coches con conductores humanos.
El servicio llamado Waymo One en un principio solo estará disponible para 200 usuarios que ya antes participaron en un programa que comenzó en abril de 2017. El proyecto estará confinado a un área de 258 kilómetros cuadrados en y alrededor de Phoenix, incluyendo las ciudades vecinas de Chandler, Tempe, Mesa y Gilbert.
Director Global de Producto para Cloud AI
La Inteligencia Artificial (IA) de hoy es como era la web en los 90: una tecnología que avanza, muy rápidamente, de un nicho académico a una tecnología convencional usada a diario y que tiene innumerables aplicaciones. En la línea de esta comparación, la revolución de Internet implicaba beneficios y también riesgos, pues aunque era fácil percibir que tecnologías como el correo electrónico y mensajes de texto permitirían mantener el contacto, era difícil imaginar el papel que podían desempeñar para diseminar softwares maliciosos o su rol en temas como el ciberacoso. Cuando pensamos en IA ahora, entre los riesgos discutidos recientemente por investigadores, están la posibilidad de crear imágenes, textos y audios de forma sintética para simular personas reales en el mundo online, la creación de ataques digitales automáticos para provocar accidentes en autos autónomos y transformar drones comerciales en armas. Resulta tentador concebir los algoritmos como infalibles y objetivos, pero lo cierto es que los modelos de aprendizaje automático son tan confiables como los datos en los que se entrenan. Y como los responsables de encontrar, organizar y etiquetar esos datos son humanos, es muy fácil que la menor irregularidad que se cometa en este proceso, haga una diferencia enorme en el resultado. Aunque se haga un esfuerzo por entrenar los algoritmos con datos sin preconceptos, es difícil de lograr. Por ejemplo, volúmenes históricos de texto que son, generalmente, usados para entrenar modelos de aprendizaje automático y que manejan el procesamiento de lenguaje natural o la traducción, pueden perpetuar estereotipos perjudiciales si no se corrigen. Algunos modelos estadísticos de lenguaje pueden “aprender” suposiciones anticuadas sobre género, como “médico” asociado a “masculino” y “enfermera” a “femenino”. Cuestiones similares también pueden ocurrir con relación a las razas. La clave para utilizar la IA de forma efectiva está en la concientización. El futuro de IA será construido más rápido que la tecnología en sí, con un esfuerzo colectivo, dependiente de herramientas, información y un deseo compartido de causar un impacto positivo en el mundo.
Google Cloud ha creado soluciones y recursos educativos como el sitio ML-fairness.com y el recién anunciado módulo de justicia disponible en el curso intensivo de educación en aprendizaje automático. Usar el potencial de la IA es una de las grandes transformaciones que están adoptando las empresas de todos los sectores. Pero, para muchas las complejidades asociadas a esta tecnología pueden resultar inquietantes. Por eso, uno de los objetivos de Google Cloud es democratizar el acceso a IA, poniéndola al alcance de todos los negocios, ofreciendo soluciones útiles y rápidas que permitan aumentar su alcance y faciliten su uso.
Cada industria está enfrentando su propia revolución en IA, y es por eso que cada organización desempeña un papel importante para orientarla de forma justa, responsable y confiable.