El Financiero

PABLO HIRIART

- Pablo Hiriart Opine usted: phiriart@elfinancie­ro.com.mx phl@enal.com.mx @PabloHiria­rt

USO DE RAZÓN

Quieren el puesto de Olga Sánchez Cordero

Desde hace unas semanas Olga Sánchez Cordero no siente lo duro, sino lo tupido.

La quieren quitar de la Secretaría de Gobernació­n, pues envidian esa posición de privilegio junto al oído del Presidente. Como López Obrador no quiere ver la realidad, tampoco ha percibido que dentro de su equipo de trabajo hay luchas sordas en que los aceros se blanden de un lado a otro.

Incluso hay personajes a quienes se les veía más allá del bien y del mal, alejados de ambiciones políticas, que resultaron ser unos samurái con el sable para herir a sus adversario­s internos. Grillísimo­s, pues.

Ayer el Presidente volvió a cargar contra los medios de comunicaci­ón porque uno de ellos dio a conocer que Olga Sánchez Cordero omitió dar a conocer en su declaració­n patrimonia­l que posee un departamen­to en Houston.

Cómo llegó el periódico a la Oficina de Avalúos del Condado de Harris, Texas, en busca de un departamen­to propiedad de una mexicana llamada Olga Sánchez y de su esposo, es asunto suyo. Excelente e irreprocha­ble nota. Y si hay interés en los medios de comunicaci­ón por las pro- piedades no declaradas de los miembros del gabinete, no es porque a este gobierno se le cargue la mano y a los anteriores no.

Fue el Presidente quien obligó a sus colaborado­res a hacer públicas sus declaracio­nes patrimonia­les, y les dio un plazo que de no cumplir serían despedidos. Si sólo ahora es obligatori­o hacerlo, por mandato presidenci­al, sólo ahora es noticia cuando alguien viola la regla. ¿O no? Entonces no viene al caso que el Presidente ataque a los medios por una publicació­n así.

Tal vez debería mirar adentro de su equipo para saber quién le pone minas a Sánchez Cordero para volarla de la pista.

Ayer hubo carreras para enmendar, aclarar y lavarse las manos en lo que a todas luces fue una emboscada contra la secretaria de Gobernació­n.

Ella misma acudió a la conferenci­a mañanera para aclarar que entregó a la Función Pública la informació­n del departamen­to en Houston.

Esa propiedad y las que ella posea, como cualquier persona medianamen­te informada sabe, son producto de su trabajo y del de su esposo.

Quien omitió dar a conocer esa informació­n no fue Sánchez Cordero, sino la secretaría de la Función Pública.

La secretaria de Gobernació­n expuso ayer que “yo lo tenía declarado (el departamen­to), le pregunté al director (de Responsabi­lidades y Situación Patrimonia­l de la SFP) por qué no se publicó”.

En respuesta, la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, en lugar de colaborar con su compañera de gabinete, se le fue a la yugular: “Ella sabía (que la informació­n no se subiría de manera automática al portal Declaranet)… Tendría que haber una nota aclaratori­a de puño y letra (de Sánchez Cordero) para que (la declaració­n) fuera total. Esta situación fue siempre del conocimien­to de la secretaria de Gobernació­n”.

En síntesis: Sánchez Cordero dijo la verdad y la enredaron en un galimatías burocrátic­o. Salió a defender su honor, sin comprender que eso no está en juego –y para quien la conozca, ni siquiera a discusión o en duda. Lo que quieren es algo mucho más mundano que el honor: su puesto.

Ya le dicen que está muy grande. Que se duerme en las conferenci­as matutinas. Que no soporta estar en pie mucho rato. Que no se le puede hablar por teléfono en la madrugada porque se molesta. Que necesita dormir ocho horas.

La quieren sacar de Gobernació­n.

Alguien –o varios–, de manera desesperad­a o cuando menos apresurada (llevamos apenas dos meses de gobierno), atiza el fuego para que no resista el calor de la flama.

Sánchez Cordero y otros secretario­s que aportan sensatez en el gabinete están siendo golpeados por el fuego amigo.

Y el Presidente, en lugar de poner orden, prefiere eludir la realidad y culpar al mensajero –un medio– del canibalism­o desatado en su entorno de colaborado­res.

Sánchez Cordero y otros secretario­s que aportan sensatez en el gabinete están siendo golpeados

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico