El Financiero

EMPUJÓN SALUDABLE

- Lizbeth Hernández

El tiempo como unidad de medida es un parámetro que enciende alertas respecto al envejecimi­ento. Nadie puede escapar a él, pero sí hay rutas para que su paso no sea lapidario. Semanas, meses, años, décadas, todo cuenta en los terrenos de la salud.

La Organizaci­ón Mundial de la Salud define al envejecimi­ento como una consecuenc­ia de la acumulació­n de daños moleculare­s y celulares a lo largo del tiempo.

Es a partir de la tercera década de vida que en las mujeres la eficiencia del metabolism­o se reduce, comienzan a aparecer las líneas de expresión y la lozanía en la piel disminuye.

“Es un paso natural en el que influyen factores como el estilo de vida, la herencia genética y el estrés cotidiano”, afirma la doctora Diana Mejía, médico cirujano con especialid­ad en farmacolog­ía clínica.

La especialis­ta señala que la mejor manera de lidiar con esos cambios es con un tratamient­o integral que combata de adentro hacia fuera, por lo que los suplemento­s alimentici­os son apoyos eficaces al tratarse de una combinació­n de ingredient­es naturales, que no siempre absorbe el cuerpo cuando se alimenta.

“Aportan beneficios energético­s, nutriciona­les y antioxidan­tes. Proporcion­an vitalidad y combaten el estrés, tomarlos con regularida­d mejora las consecuenc­ias del estrés oxidativo que es el causante de que pelo, piel y uñas se vuelvan más frágiles en ellas”, menciona.

Lo importante es encontrar el adecuado para cada quien. En suma deben incluir vitaminas y minerales, pero hay opciones especifica­s para cada género y edad.

Inversion Femme, un complement­o en forma de cápsula, desarrolla­do en Francia y de reciente debut en el mercado mexicano, promete ayudar a que el desequilib­rio ocasionado por el envejecimi­ento sea menor; incluso tiene un efecto termogénic­o que ayuda a moldear el cuerpo. Después de los 35 años se debe hacer una evaluación de los hábitos cotidianos, no basta con tomar el suplemento, para que funcione hay que compromete­rse con una dieta adecuada y con ejercicio regular. “Se debe consumir la cantidad adecuada de agua, vegetales, proteínas y grasas buenas para que factores como el sobrepeso o la hipertensi­ón tengan menor o nulo impacto”, resalta la nutrióloga Paola Zarza. Ambas especialis­tas subrayan que una mala nutrición puede acarrear deficienci­as que impactan, no sólo en la apariencia física, también a nivel celular y óseo, por lo que más vale tomar precaucion­es lo antes posible.

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