De Puente Grande para el mundo
Hace casi 6 años, en el penal preventivo de Puente Grande, Jalisco, nació Prison Art, una empresa fundada por Jorge Cueto, un exrecluso que notó la habilidad que tenían algunos internos para dibujar. Apoyado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y las aceleradoras de negocios Endeavor y New Ventures, entre otros organismos, Prison Art logró convertirse en una compañía productora y exportadora de bolsos, chaquetas y playeras, cuyos estampados han sido elaborados por reclusos.
La firma mexicana con sentido social, ha capacitado a poco más de mil personas recluidas en penales para producir ilustraciones que se usan en Prison Art. Armando Laborde, socio fundador de New Ventures, nos contó que actualmente, los productos de Prison Art se exportan a Barcelona, y la empresa analiza su expansión a Alemania, mientras que en México tiene una tienda en Masaryk en Polanco, otro punto de venta en la terminal 1 del AICM y en total factura anualmente alrededor de 30 millones de pesos.
Los productos de Prison Art tienen un costo que va desde los 100 hasta los 900 pesos, dependiendo del tamaño y diseño de las bolsas y accesorios.
Los internos crean diseños en un pedazo de cuero, que mide aproximadamente 40 por 40 centímetros, mismos que después son confeccionados en bolsas de lujo para mujeres y accesorios para su comercialización.