LEONARDO, OTRO JOVEN UNIVERSITARIO VÍCTIMA DE LA VIOLENCIA.
Se le vio por última vez el pasado 11 de junio en la colonia Aculco, en Iztapalapa
Su cuerpo fue encontrado dentro de su camioneta con signos de tortura
Ante la indiferencia e indolencia de las autoridades capitalinas, familiares de Hugo Leonardo Avendaño Chávez decidieron hacer público lo que calificaron como el “secuestro y homicidio” de este joven, quien hace unas semanas terminó un postgrado en la Universidad Intercontinental.
“Lo único que queremos, que haya justicia y este acto atroz no quede impune”, aseguró a El Financiero Paulina Chávez, una de sus primas.
De 29 años, Leonardo era un hombre de fe, diácono en la Iglesia Cristo Salvador, estudioso y amante de los viajes. “Era un hombre devoto que quería dedicar su vida a Dios”, contó Daniela Durán, otra de sus primas.
Fue ella quien, al mediodía de ayer, subió un mensaje a sus redes sociales en el que alertó del caso y movilizó a todo el aparato de justicia en la Ciudad de México. “Mi primo Leonardo Avendaño fue privado de libertad y ayer (antier) nos avisaron que lo encontraron sin vida dentro de su camioneta, con signos de tortura y asfixia”, escribió Daniela en su cuenta de Twitter. También denunció la “burocracia” a la que tuvieron que enfrentarse. “Llevamos horas y horas de trámites y malos tratos, porque no sólo se es víctima una vez, aquí lo eres miles de veces”, acusó la joven. Apuntó que tanto en el Ministerio Público como en el forense los hicieron esperar, incluso retrasaron demasiado la entrega del cuerpo. “Que nos dejen cremarlo como era su voluntad”, pedía la familia. En minutos el caso se viralizó en redes sociales con el hashtag #JusticiaParaLeo, el cual se mantuvo como tendencia toda la tarde y noche de ayer. Y es que de inmediato se asoció al caso de Norberto Ronquillo, cuyo secuestro y homicidio, hace una semana, conmocionó a los capitalinos.
La Universidad Intercontinental se pronunció de inmediato, se solidarizó con la familia, amigos y la comunidad universitaria, se declaró en luto y exigió a las autoridades “investigar, encausar y castigar” a los responsables, evitar la impunidad y evitar que casos como este se repitan.
A esa hora ya se sabía que la última vez que se vio con vida a Leonardo Avendaño fue el pasado martes 11 de junio, a las 23:00 horas, aproximadamente, en la calle Trabajadores Sociales, colonia Aculco, alcaldía de Iztapalapa. Según la ficha de búsqueda, vestía pantalón azul, camisa color claro y zapatos de color negro. Abordó su camioneta Chevrolet Trax gris, placas E35ATG. Salía de la casa de su hermano e iba a la suya. Ante la ausencia del joven sus familiares presentaron una denuncia, que originalmente se inició por desaparición, dentro del expediente AYO/2299/2019. De acuerdo con familiares se inició su búsqueda por diversos puntos sin tener respuesta. Fue hasta el mediodía del miércoles que la policía capitalina localizó el vehículo del joven, gracias a una llamada al 911. En principio se cuerpo se reportó como desconocido, pero al cruzar la información se determinó que se trataba de Leonardo. “Lo encontraron sin vida dentro de su camioneta con signos de tortura y asfixia”, narró su prima. Anoche se llevó a cabo una misa de cuerpo presente en la misma parroquia donde Leonardo era diácono. Hoy le darán el último adiós.
“¡Ay, es que ya no sé ni en qué día vivo! (...) Tarde o temprano vamos a vencer a la delincuencia”
ERNESTINA GODOY
Procuradora de la CDMX