Sentarse en la mesa de los adultos
Seguramente líderes de aquellos países que no pertenecen al G20, y que por esta razón no fueron invitados a esta reunión en Japón, se han de preguntar: ¿qué le pasa al Presidente de México? Por qué decidió faltar a la reunión en la que los líderes de las 19 economías, además de la Unión Europea, se reúnen para analizar políticas para “promover el crecimiento sostenible y la estabilidad económica; promover una regulación financiera que reduzca el riesgo de futuras crisis financieras, y reformar la arquitectura financiera internacional”. Esta semana se encontrarán en Osaka los presidentes y primeros ministros de Estados Unidos, Alemania, Brasil, Canadá, Corea del Sur, China, Rusia, Francia, India, Alemania, Sudáfrica, Argentina, Arabia Saudita, Australia, Turquía, Italia, Japón e Indonesia.
El Presidente de México será el gran ausente.
Los países que no pertenecen a este exclusivo club seguramente especularán: ¿qué le pasa a Andrés Manuel, por qué no quiere estar en el mismo recinto con todos estos líderes para conversar sobre las reformas, las propuestas, de la 4T? En esta reunión podría el Presidente por lo menos saludar e iniciar conversaciones con los presidentes y primeros ministros de países como China, Rusia, Francia, India, Turquía, y también podría saludar a Donald Trump, de pasadita tomar la foto y poder afirmar que los mancia datarios de ambos países ya se reunieron.
En un viaje podría haber hecho todo esto y evitar especulaciones sobre cuál sería el primer país a donde viajaría como mandatario. Como sabemos, una vez que decida viajar fuera de México, AMLO seguramente enviará un mensaje sobre cuáles son sus prioridades en política exterior. México pertenece, le guste o no al presidente López Obrador, al exclusivo club de las economías más importantes del planeta.
Por eso, los líderes de estas economías hacen todo lo posible por ir, y participar en este foro, exclusivo, pero donde se toman decisiones. Es la mesa de los adultos del poder. Faltan solamente cuando tienen una crisis nacional o un desastre natural. Pero en el caso del mandatario mexicano ninguna de estas excusas aplica. Cuando López Obrador anunció que no iría a la reunión del G20, parecería sugerir que era demasiado ¿fifí? Otros le podrían dar otra interpretación, que es bastante preocupante: México no quiere pertenecer al club de las economías más poderosas, no quiere estar en la mesa con los líderes más poderosos del planeta. Para los países que no son parte del G20 o no fueron invitados, sus líderes se han de preguntar: ¿por qué AMLO no quiere estar sentado en la mesa de los adultos? ¿Quiere estar en el club de las economías menos relevantes y con deficiencias fundamentales para su desarrollo? El hecho de que no vaya el Presidente de México tiene consecuencias. En una entrevista que le hice a Gabriela Ramos, directora en la OCDE y Sherpa del G20, ella señalaba que son en estas reuniones donde los líderes conversan y toman decisiones, no los asesores. Donde tienen la oportunidad de conocerse personalmente y buscar acuerdos. Los asesores y los secretarios con frecuencia esperan en los pasillos. Es el foro donde se mueve la economía global. Pero también se discuten otros temas, incluyendo los problemas de migración masiva y de seguridad. Hubiera sido un foro muy apropiado para que AMLO pusiera sobre la mesa su propuesta para Centroamérica, y buscar apoyos de más países. Podría retomar otro de los temas que tanto le preocupa, que es la corrupción. Por qué no hablar de cómo busca el Presidente hacer crecer a México gracias a su ataque a los corruptos. También podría presentar sus programas de apoyo para los jóvenes. ¿O sería que no quiere explicar las reformas que está imponiendo en México en un foro internacional por temor a las críticas?
El Presidente debió ir, pero decidió quedarse en casa. ¿Por qué?
Si la reunión del G20 fuera una boda, AMLO tomó la decisión de sentarse en la mesa de los niños, en lugar de sentarse en la mesa de honor.
Perdón… me equivoque. La verdad es que la situación es más grave todavía. AMLO decidió ni siquiera ir a la fiesta. El que no esté presente el Presidente de México en el G20, ¿significa que buscar sacar a México de las economías más relevantes del mundo?
Hubiera sido un foro muy apropiado para que AMLO pusiera sobre la mesa su propuesta para CA