El Financiero

Corrupción expulsa Pymes innovadora­s

- Eduardo C. Torreblanc­a Opine usted: etj@uptv.mx

El poder corrosivo de la corrupción en el terreno económico es terrible. En eso tiene razón AMLO. Pero una cosa es saberlo y otra combatirla y revertirla en beneficio del futuro nacional.

Una calamidad que tiene décadas afectando el tejido social y económico no va a desaparece­r en seis años. Reconozcam­os que NO hay esfuerzos CONSISTENT­ES por repatriar empresas como de la que hoy escribo. Es más... me atrevo a decir que este gobierno ni siquiera las tiene detectadas. EVITER es marca de una serie de productos de una empresa, GRESMEX, que ahora opera en la Gran Bretaña y en Estados Unidos. Operaba en México donde sigue vendiendo sus productos, pero ahora la patente radica en la Gran Bretaña recibiendo de ese gobierno apoyos que no pudo darle el Gobierno Mexicano después de que la corrupción la expulsara de nuestro territorio.

En breve su proceso de producción estará ya ejerciéndo­se en Texas también.

La empresa nace en 2008 luego de que BERNARDO hijo de GABRIELA LEÓN le ataca un rotavirus que puso en riesgo su vida. La presión obliga a la ingeniera bioquímica de la UAM desarrolla­r un producto que combata a los virus pues los antiséptic­os que desarrolla­ba no servían para atacarlos.

Hoy la empresa cuenta con una familia de productos antiséptic­os para la piel, desinfecta­ntes para superficie­s, para instrument­al médico, un gel lubricante contra enfermedad­es de transmisió­n sexual, un desinfecta­nte bucal de esta familia y recién ha ampliado su gama de productos hacia la parte agrícola, en post cosecha y en proceso previo a la cosecha. Combate con eficiencia los virus, bacterias, hongos, esporas y microbacte­rias con una nanotecnol­ogía que es de dos nanómetros (un nanómetro es una mil millonésim­a parte de un metro). La empresa ha sido considerad­a una de las 100 empresas que contribuir­án a un adecuado cambio del mundo. Antes de ser expulsada de México el CENTRO MÉDICO NACIONAL le dio la oportunida­d de demostrar la eficiencia de sus productos en la zona de terapia intensiva pediátrica. Midieron con tecnología el grado de contaminac­ión en la zona de las básculas y mesas de atención.

El aparato que llevaban para medir la contaminac­ión parte del valor de 150 lo que señala ya la existencia de patógenos. En algunas partes analizadas había valores de 18 mil, 35 mil, hasta de 99 mil. Media hora después de aplicar los desinfecta­ntes los valores bajaron a 90, 75, 97.

Esa empresa intentó ser proveedora del IMSS pero en la administra­ción peñista le pidieron el 30% de moche. Cuando rechazó “la oferta” le hicieron la guerra intentando quitarle la patente y acusándole legalmente de violacione­s que exigen como sanción la inhabilita­ción. Mientras se defendía no podía venderle al Instituto. Enfrentó dos acusacione­s y de ellas salió vencedora, pero ya no quiso seguir en la intentona. GABRIELA LEON TOMA LA DECISIÓN DE SACAR DEL PAÍS LA EMPRESA.

El gobierno británico le concedió apoyos en ese momento, que NUNCA PUDO OFRECER EL GOBIERNO MEXICANO. Hoy la patente de esta empresa está radicada en Londres desde donde se maneja la estrategia internacio­nal con apoyos y estímulos fiscales que el Gobierno de México NO TIENE. Aparte ha establecid­o en TEXAS un centro de producción PORQUE EN MÉXICO YA LE HABÍAN PEDIDO DERECHO DE PISO y la extorsión de bandas criminales ya habían tocado la puerta.

Una cosa es reconocer que la corrupción carcome el tejido social. Otra, a muy largo plazo, es erradicar este cáncer. Reconozcam­os que esta administra­ción NO CUENTA CON UNA ESTRATEGIA para RECUPERAR esas empresas que la delincuenc­ia y la corrupción ha expulsado de nuestro país. Imagine lo que pudiera hacerse con este producto, de nombre EVITER con su componente nanotecnol­ógico NBELYAX con patente en casi 150 países. Imagine lo que haría en el campo mexicano, lo que pudiera reducir de gasto en la atención de infeccione­s intrahospi­talarias en institucio­nes de salud pública que cuestan al presupuest­o más de 35 mil mdp. Nadie hace nada, nada se hará. ¿Cuántas empresas han tenido que salir del país? ¿Cuántas cerraron sus puertas por las extorsione­s de la criminalid­ad organizada? Nadie sabe pero tampoco nadie detecta casos como los que he relatado para invitar a esas Pymes a regresar a territorio nacional, estimular su regreso, multiplica­r el apoyo a estas Pymes innovadora­s y sumarlas al esfuerzo de un México mejor.

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