Los soldados de la 4T
La cuarta transformación tiene un estado superior, el paraíso, pero terrenal, no metafísico. Para alcanzarlo, sin embargo, se necesita la fe. Y para alimentar la fe y utilizarla como catalizador, se necesita un ejército. Esta milicia la tiene lista el presidente Andrés Manuel López Obrador, miles de personas en espera de sus instrucciones para comenzar a difundir el evangelio de la “nueva patria” que anunció el lunes en el Zócalo, que se sustentará en la inyección de principios éticos. López Obrador, un hombre profundamente religioso, fundamenta en ese conjunto de valores el éxito del país que desea. El general que comandará las tropas que diseminarán sus postulados es Arturo Favela, quien fue presentado nacionalmente el 8 de junio, al ser uno de los invitados a hablar en Tijuana, en el acto presidencial tras la suspensión de la aplicación de aranceles.
Favela es presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas, la Confraternice, y lo conoce hace más de 20 años, cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad de México. “Somos amigos”, dice. “Nuestra amistad se basa en una relación cien por ciento espiritual, no política. Mi amistad es con él porque es un hombre de integridad, es un hombre de principios y valores. Un hombre que lucha por la justicia, equidad, especialmente de los
Evangelistas predicarán en los templos y casa por casa la Cartilla Moral
La religiosidad de López Obrador está presente en todos sus actos, discursos y acciones