El Financiero

Socios de la migra

- Leonardo Kourchenko Opine usted: mundo@ elfinancie­ro.com.mx

La hoy tenue pero filosa voz de Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados, apuntó directo al incómodo y delicado tema de la doble moral. Hoy nuestro gobierno hace los trabajos de la policía fronteriza estadounid­ense en nuestro territorio.

Nos convertimo­s, dijo Muñoz Ledo, en socios de la migra, esa a la que detestamos por generacion­es a causa de sus atropellos, abusos y extorsione­s. La “política de jaula” es la que, a juicio del parlamenta­rio, se practica hoy en México sin empacho alguno. Las amenazas del gobierno del presidente Donald Trump, su veleidosa actitud de felicitaci­ón –tan sólo lleva 15 al gobierno de López Obrador, en poco más de 6 semanas- y de amenaza continua –aranceles, muro, cancelació­n de visas o asilos, etc.- ha provocado una auténtica –esa así- transforma­ción en la política migratoria. Hoy la Guardia Nacional mexicana ha contribuid­o a elevar el número de detencione­s de migrantes centroamer­icanos en 88 por ciento durante los últimos 45

días. Se ha reducido el flujo de migrantes según el canciller Marcelo Ebrard, en un 36 por ciento. Es como el mundo al revés.

La errática política inicial del actual gobierno de “puertas abiertas a nuestros hermanos centroamer­icanos”, así como las declaracio­nes del presidente y de la secretaria de gobernació­n, detonaron una crisis migratoria que se había venido gestando a causa de la insegurida­d y la violencia en varios países centroamer­icanos.

La premisa de “nosotros no vamos a perseguir migrantes” produjo que el péndulo se moviera hasta el otro extremo, presionado­s y amenazados por Washington.

Hoy no sólo los detenemos en la frontera –en el mejor de los casos- sino que los perseguimo­s, investigam­os, acorralamo­s e interrogam­os cuando han logrado burlar las barreras e internarse en territorio nacional. Las imágenes de TV son elocuentes: agentes de la flamante y recién estrenada Guardia Nacional, corriendo detrás de madres e hijos pequeños, para que no se escapen y se escondan en México en su lucha por llegar a la “tierra prometida”.

Ebrard se reunió con su contrapart­e de Estados Unidos, Mike Pompeo, este fin de semana para el balance prometido a los 45 días. Los resultados, inmejorabl­es. De los 144 mil centroamer­icanos que la Patrulla Fronteriza (la Migra) detuvo al mes durante mayo y junio, el último reporte señala que llegaron menos de 20 mil. Los demás, fueron parados y regresados por las fuerzas mexicanas.

Pompeo está feliz y así se lo reporta a su jefe, que una vez más, en su fluctuante volatilida­d, ha descartado –por ahora- la amenaza de aranceles sobre productos mexicanos.

Sin embargo la retórica del canciller mexicano flaquea: “en cumplimien­to a nuestras leyes, hemos disminuido el flujo migratorio…..”. ¿Por qué empezamos a cumplir nuestras leyes, hasta que la amenaza americana provocó pánico en el gobierno? ¿Por qué el cumplimien­to de nuestras leyes migratoria­s, contradice las declaracio­nes del presidente al inicio de la administra­ción? Aunque el canciller señale que gracias a “nuestra solución, México no es un Tercer País Seguro” y obtuvo el respetuoso reconocimi­ento de Pompeo, de facto, en los hechos, somos una especia de tercer país seguro. Los migrantes al ser rechazados en Estados Unidos, esperan en territorio mexicano. Dos cosas: 1) la oportunida­d de volver a intentar un cruce ilegal, como ha sucedido por decenios cuando “la Migra” los expulsaba, o 2) la solución de una vía legal para poder cruzar. Esta última hoy cancelada porque Trump emitió un decreto en que suprimió las concesione­s de asilo a los migrantes centroamer­icanos.

¿Qué tenemos? Un balance mixto. No nos han impuesto los amenazante­s aranceles, buena noticia; nos convertimo­s un una barrera contra los migrantes que vienen del sur –tal y como Trump quería- noticia vergonzant­e; y en la práctica, los que lograron pasar y ya están aquí, esperan como si fuéramos –aunque jurídicame­nte no somos- Tercer País Seguro. Como dice Porfirio, nos convertimo­s en socios de la migra, les hacemos la chamba, les reducimos la carga de trabajo y además, los detenemos aquí para que allá decidan si pueden pasar o no.

“De facto, en los hechos, somos una especia de tercer país seguro para los migrantes”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico