BIVA: ¿algo para celebrar?
La historia del primer aniversario de Bolsa Institucional de Valores (BIVA), que preside Santiago Urquiza, tiene claroscuros y es como la historia: depende quién la cuente. Para unos pocos que son los que pidieron la licencia y la pusieron en marcha es vista como algo necesario y que iba a ayudar a desarrollar el mercado de valores y atraer inversionistas, mayores emisiones, en resumen: crecimiento del mercado.
Para otros, los conocedores de la realidad del país y de los mercados, iba a ser lo que hasta hoy ha sido: un relativo fracaso, subsidiado con dineros de las casas de bolsa que fueron obligadas a conectarse a las dos bolsas y dinero de los accionistas de la bolsa que tienen que poner parte importante de su infraestructura al servicio de BIVA, con dinero público de tantas horas y salarios de funcionarios que no sabían de bolsas ni de regulación y dieron una licencia con la prisa de una administración comprometida.
Los responsables de que ese proyecto no haya cumplido su objetivo son los dos expresidentes de la CNBV, Jaime González Aguadé y Bernardo González, así como los equipos liderados por el exvicepresidente Eduardo Flores y la actual vicepresidenta Paola Fragoso, cuyo brazo ejecutor es Itzel Moreno, siendo estas dos últimas las únicas que siguen al frente del entuerto creado bajo la tutela de Fernando Aportelay Luis Videgaray, con el suave apoyo de Agustín Carstens, quien en la época era el gobernador del Banco de México.
¿Que tiene BIVA por celebrar?
Haber conseguido una autorización para competir a un monopolio; haber conseguido una alianza con Nasdaq; haber logrado apoyo de la SHCP y de la CNBV para obtener una licencia a modo y que fueran las casas de bolsa y la BMV quienes financiarán parte importante de su proyecto. Asimismo, haber sobrevivido a la guerra sin cuartel operada por la Bolsa Mexicana de Valores y bajo la mano oculta de su presidente Jaime Ruiz Sacristán, pero la mano visible de su director, José Oriol Bosch, quien a cada batalla que perdía con BIVA despedía personal y quitaba prestaciones y beneficios a los empleados de la bolsa para compensar el proyecto BIVA.
También haber logrado listar en un año difícil para los mercados emisiones de deuda; haber obtenido fondos para financiar el proyecto; haber logrado que los ingresos de listado y mantenimiento de la BMV bajen casi 4% en un año.
Fernando Aportela