CONTRA LA MASCULINDA TÓXICA
UNA PELÍCULA SOBRE HOMBRES, PROTAGONIZADA POR UN HOMBRE Y ESCRITA POR UN HOMBRE ACAPARA CONVERSACIONES DESDE LA ESCENA INDEPENDIENTE
Cuando comenzó a escribir el guion de The Art of SelfDefense, hace cuatro años, Riley Stearns no imaginó el revuelo que causaría con esta comedia oscura, una historia que dio directo en la diana de la discusión que, un par de años más tarde, ha dado un vuelco a la cultura de género a partir del movimiento #MeToo.
No es una película sobre feminismo, sino que gira en torno a aquello que se ha dado en llamar masculinidad tóxica, señala el director en entrevista.
“Fue raro para mí que esta idea, que sentí que era muy personal, estuviera empezando a extenderse hacia una discusión directa”, dice el realizador. “Más y más gente se siente identificada con la película de maneras que no fueron mi intención originalmente, lo cual es increíblemente honroso y muy interesante de ver”.
La historia, protagonizada por Jesse Eisenberg, da cuenta de un hombre tímido y “débil” que busca empoderarse, después de años de soportar burlas, incluso porque su nombre,
Casey Davies, suena “femenino”. La serie de abusos culmina en una golpiza brutal que le propina un grupo de motociclistas enmascarados y que lo impulsa a buscar una defensa. Es así que se inscribe en un dojo local, dirigido por un “macho alfa” (Alessandro Nivola), para aprender karate. A partir de ese punto las cosas toman un giro inesperadamente oscuro. “Hay algo absurdo en Casey porque es tímido de una manera tan extrema y agresivo de una manera tan extrema”, cuenta Eisenberg, tras encarnar ese rol.
Imogen Poots interpreta el único personaje femenino principal: una instructora del dojo que, pese a su destreza, no le han dado su cinta negra. “Es una película sobre hombres, protagonizada por hombres, escrita por un hombre. Todo respecto a ella es tan abiertamente masculino, y yo lo sabía, me burlaba de ello. Aun así, al final de cuentas no iba a pasar la prueba Bechdel”, comenta Stearns, en referencia a la prueba que mide el número de diálogos entre dos personajes femeninos que no hablan de un hombre.
El peso masculino que se ve en pantalla, Stearns lo compensó en el plató. Su equipo de producción fue mayoritariamente femenino. “Mi intención fue conseguir a la mejor gente para el trabajo de jefes de departamento, pero también tratamos de enfocarnos en encontrar a las mejores mujeres para los puestos. Sabía que no quería un set lleno de hombres. Era muy importante para mí tener la perspectiva femenina”, detalla el cineasta.
Fue precisamente durante la filmación de esta película, en 2017, que las acusaciones contra Harvey Weinstein y el movimiento #MeToo se volvieron un fenómeno. Eisenberg comparte que concidió con Salma Hayek en el
set de The Hummingbird Project, y recuerda que el día que la acrtiz escribía su editorial para el NYT sobre el presunto acoso del productor, alguien fue despedido de la producción por hacer un comentario misógino. “Pensé: esto es increíble, este día realmente refleja los cambios que pueden ser posibles”.
The Art of Self-Defense se exhibe en 540 salas de EU, donde ha tenido una buena recepción en medio de los grandes estrenos y producciones de superhéroes.