JAVIER RISCO
Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad publicó ayer uno de los reportajes más escalofriantes de los últimos años sobre la relación evidente entre los gobiernos estatales y el crimen organizado. El trabajo se titula “El fiscal que hizo de Nayarit un infierno” y recaba más de 2 mil testimonios sobre la manera en la que el exfiscal Édgar Veytia –hoy detenido en Estados Unidos por trabajar y ayudar al Cártel Jalisco Nueva Generación– y el exgobernador Roberto Sandoval se apropiaron de cientos de predios en el estado de Nayarit a través de la amenaza, la extorsión, el secuestro y la tortura.
En este espacio hemos mencionado más de una vez lo increíble que ha sido ver como el caso ha sido minimizado por el gobierno federal, como el gobierno de Enrique Peña Nieto decidió voltear a otro lado e ignorar la detención
de Veytia en Estados Unidos y ni siquiera citar al exgobernador para recabar información sobre la detención de su mano derecha en temas de seguridad.
El trabajo periodístico de MCCI muestra el modus operandi de Veytia y Sandoval para torturar a miles de familias nayaritas. ¿Cómo operaba el despojo? Los pasos documentados por Karina Cancino, Mildra Benitez Robledo, César Pérez Delgado y Daniel Lizárraga, son aterradores.
• Primero seleccionaban una propiedad que podría ser un terreno, una casa, ganado, negocios, vehículos o dinero en efectivo.
• Había cuatro métodos de intimidación:
-Policías enmascarados llegaban por los dueños y los amenazaban para que cedieran sus propiedades. -Funcionarios ofrecían comprar la propiedad, los llevaban a la Fiscalía ahí los amenazaban y torturaban.
-Policías sin identificaciones los levantaban y llevaban a la Fiscalía, ahí los torturaban física o psicológicamente.
- Funcionarios fincaban casos contra los dueños, los acusaban y encarcelaban para después extorsionar a sus familias y así conseguir las propiedades.
• Al final todos los caminos de la intimidación llegaban a Notarías que avalaban la “cesión” de la propiedad y a los dueños se les daba menos dinero de lo acordado, propiedades distintas o simplemente nada.
El trabajo incluye testimonios grabados, audios de juntas con el exfiscal acompañadas de gritos de tortura, empresarios que perdieron todo, incluso hijos, llamadas del exgobernador pidiéndole al exfiscal que si no cedía a la intimidación los encerrara uno o dos días en la cárcel, en el peor cuarto de la prisión.
Cuesta trabajo pensar que hubo una época en la que Veytia se sentó en la misma mesa que el exsecretario de Gobernación, Osorio Chong; le extendió la mano al presidente Peña Nieto, y conocía a la perfección todos los operativos militares de la región, ese era el alcance de un fiscal estatal. Pero cuesta más trabajo pensar que Roberto Sandoval, el exgobernador, no esté en la lista de temas prioritarios para la Fiscalía General de la República, que este caso no se equipare a Odebrecht o La Estafa Maestra, porque de ese tamaño es lo expuesto en este reportaje que deja como un juego de niños lo hecho por el exgobernador Roberto Borge, en Quintana Roo, incluso deja como un pacifista a un voraz Javier Duarte. El trabajo completo con decenas de grabaciones de testimonios y amenazas está en https://beca.contralacorrupcion.mx/edgar-veytia-fiscal-infierno-nayarit/, otro caso espeluznante de uno de los peores Méxicos de nuestra historia.
Cuesta más trabajo pensar que Sandoval no esté en la lista de temas prioritarios para la FGR