Salen Toledo y otros más del gabinete
La filtración de las palabras del secretario del Medio Ambiente (Semarnat), Víctor Manuel Toledo, revela la grilla interna existente al interior del gabinete, que se ha recrudecido a últimas fechas por varios factores, entre ellos, las elecciones intermedias del próximo año, en donde varios miembros del primer equipo aspiran a gobernar sus entidades, amén de buscar posiciones en el Congreso rumbo al 2024. En el audio difundido en redes sociales, Toledo denunció las presiones de las que es sujeto por parte de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia; de Víctor Villalobos (Sader), de Rocío Nahle (Sener) y de Olga Sánchez Cordero ( Segob).
“La 4T como un conjunto claro y acabado de objetivos, no existe. Por el contrario, este gobierno está lleno de contradicciones. Se expresa en luchas de poder al interior del gabinete”, acusó el titular de Semarnat.
Este es otro factor de confrontación, las luchas por el poder en un gabinete sui generis, compuesto en su mayor parte, por arribistas que en su vida se habían subido en un ladrillo, pues ahora están deslumbrados porque se abrieron las puertas de la riqueza personal y del ejercicio del poder. Binomio perverso que es capaz de envenenar el alma del más impoluto de los humanos.
Mientras la “chiquillada” se da con todo, el presidente no pierde el tiempo rumbo a las elecciones del próximo año y sobre todo, de preservar el poder más allá de las fronteras de su sexenio.
Los cambios en el gabinete de AMLO seguirán, ahora ya tocará el turno de Toledo y en el corto plazo habrá otros relevos, ya por que los afectados buscarán otras posiciones, o de plano porque ya no compaginan con los “objetivos transformadores” del autollamado gobierno de la 4T.
Así, Alfonso Durazo y Esteban Moctezuma dejarán las dependencias que presiden, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Secretaría de Educación Pública, para buscar las gubernaturas de Sonora y San Luis Potosí.
Hace varias semanas, decíamos en este espacio que hay miembros del gabinete que no han estado a la altura de las circunstancias y si bien es cierto que con agachar la cabeza y ser un experto en mentir les basta para mantenerse en el puesto, también es verdad que ya no son útiles para el “proyecto transformador” que se quiere instaurar en México.
En este grupo se encuentran María Luisa Albores (Bienestar); Graciela Márquez Colín (Economía) y Miguel Torruco (Turismo); Alfonso Romo (Presidencia) y Víctor Villalobos (Sader). La pandemia ha exhibido la incapacidad de los funcionarios del sector salud, en particular del secretario del ramo, Jorge Alcocer, y de Hugo López-Gatell.
La otra ala, la de los “exquisitos”, conformada por el canciller Marcelo Ebrard y por Olga Sánchez Cordero, amén del líder del Senado, Ricardo Monreal, son atacados todos los días por los radicales que quieren verlos fuera del primer círculo del presidente y para ello, despliegan toda clase de artimañas para golpearlos, empero, la experiencia y su capacidad política, han sido de enorme valía para sacar los asuntos que más le interesan al presidente. Los “Morenos puros”, conformados por Claudia Sheinbaum, Bertha Luján, Octavio Romero e Irma Eréndira Sandoval, entre otros, buscan cooptar el mayor número de posiciones para, con ello, operar con mayor fuerza.
En este grupo está la joya de la corona representada por la jefa de Gobierno de la CDMX, quien se mantiene en primerísimo lugar para suceder a AMLO.
En tanto, el grupo de Presidencia también representa un bloque de cuidado que, en aras de proteger a su jefe, despliega la “grilla de palacio”. En este grupo destacan Julio Scherer, consejero jurídico; Gabriel García Hernández, coordinador de los superdelegados, y el vocero Jesús Ramírez Cuevas, quien juega sus propias canicas. La esposa del señor presidente juega un rol específico con los Morenos puros y con el primer círculo de colaboradores.