Covid-19 confina a la mitad de la población
Como resultado de la expansión del Covid-19 en el mundo, más de la mitad de la población mundial (3 mil millones de personas) ha sido sometida a algún tipo de confinamiento, se ha impuesto el distanciamiento social y los desplazamientos han quedado paralizados, al igual que la actividad económica, provocando una grave recesión en todo el planeta.
Una situación que vuelve a suceder en la segunda gran oleada global de este otoño, que ha vuelto a cerrar a Europa y donde han estallado protestas sociales contra el confinamiento.
Varios países europeos fueron escenario este fin de semana de manifestaciones contra las restricciones impuestas a causa de la pandemia, unas medidas que pueden alargarse meses, según las autoridades alemanas, mientras el virus seguía propagándose en el planeta al punto que la Organización Mundial de la Salud registró un récord de contagios cotidianos, con 660 mil 905 infectados en todo el planeta. El nuevo coronavirus SARSCoV-2, sigue extendiéndose sin freno por el planeta y ha infectado a más de 54.9 millones de personas, mientras que la cifra global de decesos supera 1.3 millones y la de los recuperados suma más de 35 millones.
El foco principal de la pandemia vuelve a situarse en Europa, que ya ha sobrepasado los 338 mil muertos y afronta el otoño y el invierno con una segunda ola de contagios que se está extendiendo por el continente.
Por estos motivos se repiten las severas restricciones, recurriendo de nuevo a los confinamientos domiciliarios o al toque de queda como medida para frenar los contagios. En América, donde los contagios siguen creciendo y los fallecidos ya superan los 683 mil, el país que más preocupa es Estados Unidos, con cerca de 11 millones de contagios y más de 246 mil decesos. En Alemania, donde hay manifestaciones contra las restricciones desde hace semanas, el sábado centenares de personas volvieron a desfilar en Frankfurt y otras ciudades. La policía tuvo que utilizar cañones de agua para dispersar a algunos manifestantes. En Portugal, donde ya imperaba un toque de queda nocturno, a partir de este fin de semana también se extendió el toque de queda para el 70 por ciento de la población, medio millar de personas desafiaron las prohibiciones para llevar a cabo una “Marcha por la libertad” en Lisboa.