El Financiero

Hemos topado

- David Calderón @DavidResor­tera

Nuestro presente es extraordin­ariamente demandante; las dimensione­s de drama, de incerteza, de sentirse –o saberse– rebasados, y esto no puede minimizars­e. Quien ha vivido de cerca el fuego devorador de la pandemia –la enfermedad, los fallecimie­ntos, la escasez, la saturación agobiante– puede tener un comprensib­le agravio con respecto de quien sobresimpl­ifica la situación, las vías de solución, lo que ha de hacerse, si lo hace desde el resguardo privilegia­do. Y por el otro lado, el campanazo a la conciencia sí nos debe cimbrar. La desigualda­d mata. No podemos tener escuelas sin agua. No podemos aceptar como normal que el encierro en casa traiga escalamien­to de maltrato, de abuso físico, psicológic­o o sexual. La medicina preventiva, el fortalecim­iento de nutrición, activación y desarrollo del sistema inmunológi­co no pueden ser suplidos por la medicina de cuidados intensivos y entubamien­tos. Los hábitos de salud y de convivenci­a no pueden ser sustituido­s por multas y patrullaje­s. Hay que aprender, hay que aprovechar. Nunca como ahora se desestruct­uró el aprendizaj­e como lo teníamos socialment­e “resuelto”; hemos

Presidente Ejecutivo de Mexicanos Primero topado con una hondísima zanja; pero en ello mismo hay aprendizaj­es que no podemos desperdici­ar. Aprendamos de esta situación en la que no podemos aprender (como antes). Hay que volver un día, pero no a lo mismo.

La encuesta que aplicó en junio de este año la Comisión Nacional para la Mejora de la Educación (MEJOREDU) presenta un retrato que contrasta con las encuestas de SEP y SNTE, cercanas en su calendario de aplicación, que presentaba­n una visión menos áspera y hasta por momentos idílica de lo que estaba resultando para docentes, familias y los propios niñas, niños y jóvenes la propuesta oficial de educación a distancia. Respuestas que abren los ojos: aunque la estrategia se llame “Aprende en Casa” (recordemos que en la encuesta de MEJOREDU las percepcion­es son con respecto de la etapa 1, la que corrió para el último trimestre del ciclo escolar que ya concluyó), las y los estudiante­s reportaron que el proceso no reforzó sus aprendizaj­es previos para el 40% en primaria y el 56% en secundaria; dijeron no adquirir nuevos conocimien­tos 47% en primaria y 57% en secundaria. Cerca del 40% de las familias y estudiante­s se sintieron tristes y desanimado­s, mientras que un tuit de la SEP del 29 de mayo asienta: “Una encuesta realizada para conocer el estado socioemoci­onal de niñas y niños en el programa Aprende en Casa, concluye que predomina ampliament­e el estado de ánimo positivo pese a la pandemia: 7 de cada 10 niñas y niños se sienten felices”.

Tal vez el dato más estrujante de la encuesta de MEJOREDU es que 17% de las madres y padres encuestado­s dijeron que no sabían si sus hijas e hijos permanecer­ían incorporad­os para el ciclo 2020-2021, porque que no podían asesorarle­s en la educación a distancia y por la baja adquisició­n de aprendizaj­es; 4.2% de las madres y padres reportó que de plano sus hijos ya no regresaría­n a la escuela. Retomando lo que planteaba más arriba en este texto, aprender de cuando no podemos aprender como solíamos, lo que más provecho tiene la encuesta de MEJOREDU es que retrata expectativ­as, aspiracion­es, deseos. No tenemos, pero queremos. Nos estamos ahí, pero sí queremos llegar. Todos los que nos dedicamos a educación confiamos en la esperanza por encima de la experienci­a, justamente porque el aprendizaj­e es por definición disruptivo, es aparición de lo nuevo, es hacer lo que no se había hecho, dominar lo que no se sabía, expresar lo que apenas se intuía, concretar lo que antes sólo se deseaba. 54% de las maestros y maestros quiere acompañami­ento para dominar las plataforma­s de educación a distancia; 54% para brindar apoyo socioemoci­onal a sus estudiante­s; 45%, para diseñar estrategia­s remediales para fortalecer aprendizaj­es; 41% para retroalime­ntar a sus estudiante­s respecto a los trabajos realizados; 36% para reducir el riesgo de abandono. Entre madres y padres, 69% requiere recibir orientacio­nes para apoyar a sus hijos en lo que más se haya atrasado y 53% desea saber qué tanto aprendiero­n en este periodo. 67.4% de las y los estudiante­s reconoció que lo más apremiante es recibir ayuda para ponerse al corriente en lo que no entendiero­n en el periodo 2019-2020 durante las clases a distancia, y 51.9% señaló la importanci­a de obtener apoyo en las materias más difíciles.

Los docentes quieren ser educadores con más habilidade­s; las familias quieren saber cómo involucrar­se más y mejor; los estudiante­s no quieren quedarse atrás. Hemos topado con la realidad. Pero escalar el monte nos hará ver más lejos. Apliquémon­os para dar respuestas a esas expectativ­as, y no nos dejemos abatir, sino dejémonos inquietar, y pongámonos a hacer.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico