No podemos sentarnos a esperar que todo llegue de otro país debemos colaborar en el desarrollo de tecnología más sustentable”:
Alex Theiseen, presidente de ANTP.
Para el transporte de mercancías privado la situación que se vive, no solo en México, sino en el mundo, representa una oportunidad para promover un nuevo ecosistema en el que los vehículos, principalmente los de la Clases 3 y 5 se moverán con diversos tipos de combustibles. Aunque el diésel permanecerá al menos 30 años más como principal combustible para el transporte de carga pesado, la evolución energética es un hoy tema de discusión en esta industria, la cual vislumbra proyectos de electrificación, gas natural y hasta celdas de hidrógeno.
Desde el 2016, la Asociación Nacional de Transporte Privado puso en marcha una iniciativa en materia de electromovilidad para el autotransporte de carga, empresas como Grupo Quimmco y Femsa dieron el primer paso a estos proyectos.
Las armadoras Isuzu y Freightilner se sumaron para promover el desarrollo de vehículos eléctricos de menor capacidad para el reparto urbano, principal segmento con un gran potencial para estas unidades. Actualmente, Quimmco, a través de su división Questum, tiene a prueba vehículos eléctricos Clase 5 en flotas del Grupo Lala, Femsa y Heineken.
Y es que, de acuerdo con Manuel Valdés, CEO del Grupo, en este segmento y en la Clase 3, está el costo beneficio para el uso de esta tecnología. “Desarrollamos mejores soluciones hechas en y para el movimiento de carga en México que sean rentables”.