Los primeros 100 días de Joe Biden
Esta semana Joe Biden tomó protesta como el nuevo presidente de Estados Unidos. Con esto se abrió un nuevo capítulo en la historia de un país claramente fragmentado, sumergido en una profunda crisis producto de la pandemia. Su discurso se centró en la unidad y la democracia.
En los primeros 100 días de gobierno está planteando varias iniciativas. Ha firmado varias órdenes ejecutivas que darán marcha atrás a ciertas acciones de su predecesor. Entre ellas se encuentra regresar a Estados Unidos a formar parte de la OMS, al Acuerdo de París sobre el medio ambiente, así como una orden que detendrá la construcción del muro con México.
Su agenda económica tiene varias prioridades, entre las más relevantes se encuentran: proveer al 97 por ciento de la población cobertura universal de seguro médico, semejante al Obamacare. Adicionalmente, plantea un programa ambicioso de vacunación, en el que diariamente se vacunará un millón de personas y se invertirán recursos
Directora de Análisis y Estrategia en por el orden de 400 mil millones de dólares. Propone aumentar el salario mínimo federal a 15 dólares por hora, desde los 7.25 dólares, la extensión de moratorias para el pago de deuda estudiantil, y desalojos de familias de sus hogares por la falta de pago de rentas. Su nuevo plan fiscal es por el orden de 1.9 billones de dólares con ayudas para las empresas y las familias. Expandir el programa de “Buy American” a través de subsidios que puedan a la postre, generar mayor competitividad de los productos fabricados en Estados Unidos. Un programa de infraestructura por el orden de 1.3 billones de dólares, y la inversión de 2 billones de dólares en los primeros dos años de su administración en energías limpias.
Todos estos programas deberán de ser financiados con mayores impuestos. Se espera un incremento en la tasa corporativa del 21 al 28 por ciento, así como elevar la tasa de ganancias de capital para personas físicas de 34 al 39.6 por ciento, que no es otra cosa más que dar reversa a la reforma fiscal de Trump. Ello equivaldría a aumentar la recaudación en 4 billones de dólares para evitar un aumento acelerado en el déficit fiscal. Sin embargo, durante la comparecencia de Janet Yellen en el Senado esta misma semana, comentó que estos incrementos no se efectuarían hasta que la economía se encuentre recuperada y en pleno empleo, situación que se espera
“Pareciera que Biden, Yellen y Powell serán los capitanes que trabajarán al unísono en materia fiscal y económica...”
“La pregunta para México son las posibles implicaciones del cambio de política económica y las relaciones bilaterales...”
sucederá hasta finales del 2022. Pareciera que Joe Biden, Janet Yellen y Jerome Powell serán los capitanes que trabajarán al unísono en materia fiscal y económica, para recuperar el tremendo hueco que ha causado la pandemia. La visión de estos capitanes es aplicar una política fiscal masiva financiada por la política monetaria, con tasas de interés negativas en términos reales, por lo que el financiamiento del gobierno para todo fin práctico es gratis.
Esto tendrá varias implicaciones, entre lo que destacan un dólar que continuará debilitado, pero una recuperación vigorosa para la economía de Estados Unidos por los siguientes dos años, encima de su potencial de largo plazo. Aunque, por otro lado, también puede darse el caso de que la recuperación en la economía, traiga aparejado mayores presiones inflacionarias y aumento en las tasas de interés de largo plazo; y consecuentemente una interrupción en la trayectoria de baja del dólar, lo que eventualmente provocará incertidumbre en los mercados financieros. La pregunta toral para México son las posibles implicaciones de este cambio de política económica y las relaciones bilaterales entre ambos países. A nuestro parecer, Biden se centrará en atender asuntos de urgencia nacional más que de corte internacional, por lo que se espera una mayor institucionalización de la comunicación entre ambos mandatarios. En términos económicos y de mayor plazo, es posible vislumbrar que una de las diferencias centrales se basará en las energías limpias, porque se tienen directrices opuestas en ése ámbito.
Joe Biden es un político de carrera, que privilegiará las instituciones, cuyas prioridades económicas de corto plazo son estímulos y más estímulos.