Liderazgo regional y multilateralismo
lleno de peligros.
Así, recordó el apoyo a naciones hermanas donde funcionan ya los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro. Con ellos se beneficia, por ejemplo, a 10 mil jóvenes y 10 mil productores en El Salvador. Un acuerdo destacable fue el que da paso a la incorporación al Seguro Social de 30 mil trabajadores agrícolas guatemaltecos al Seguro Social. Se trata de jornaleros que laboran en fincas de plátano y café en el estado de Chiapas, de personas que contribuyen con su esfuerzo al desarrollo de la región, y que tienen derechos a beneficios elementales como la atención médica.
Algunos opositores criticaron esta medida con manidos argumentos chauvinistas que sólo exhiben el racismo y el clasismo de quienes los emiten.
La relación con la República de Cuba tiene un lugar especial en nuestra historia y la geopolítica regional. Con Cuba nos unen fuertes lazos históricos y culturales, además de la solidaridad permanente –con la excepción vergonzosa de los sexenios del Partido Acción Nacional–, que México ha expresado en todos los foros internacionales para rechazar el bloqueo criminal contra una pequeña nación que defiende su libre determinación.
Con Cuba se firmó un acuerdo de colaboración en el que destaca la formación de médicos especialistas en la isla, la adquisición de la vacuna contra el Covid y la contratación de médicos cubanos para trabajar en áreas marginadas. La gira del presidente López Obrador delinea la recuperación del liderazgo regional de México y da continuidad a los esfuerzos que se han desplegado durante su gobierno, como los emprendidos en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El año pasado, el presidente López Obrador planteó dar un giro a la relación del poderoso vecino del norte, a partir de persuadir a los gobernantes estadounidenses de la necesidad de construir un nuevo tipo de relación entre los países de América, una relación de respeto y colaboración que deje atrás el sometimiento y el trato de “patio trasero” que se ha ejercido durante largo tiempo.
Mirar al sur implica desarrollar lazos de solidaridad y cooperación con países a los que nos une la historia. La integración económica y la colaboración frente a los retos comunes no tiene por qué estar reñida con el respeto a la soberanía de cada nación.
En ese contexto y en un acto de congruencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que, si no son invitados todos los países de la región, a la novena Cumbre de las Américas, a celebrarse en junio en Los Ángeles, California, sólo asistirá una representación del gobierno de México.