Degradación
En el contexto de las muy preocupantes noticias de las que la aviación mexicana ha sido protagonista, la FAA ha programado una visita el 23 de mayo para revisar el estado de la aviación en México. ¡Que Dios nos agarre confesados!
Cierto es que no era la primera vez que sufrímos una degradación. En 2010 lo mismo le pasó a la administración de Felipe Calderón, pero con la diferencia de que ellos sí entendieron la gravedad del asunto y lo vergonzoso de la situación.
Los funcionarios de aquella época atendieron rápidamente todos los hallazgos, y le dedicaron recursos por mil millones de pesos para que en tres meses México y sus aerolíneas nacionales no perdieran participación de mercado con las aerolíneas estadounidenses. En tiempos de la 4T, esto no ha pasado y tampoco parece imporarles, a pesar de que el mercado transfronterizo es el más importante para la aviación nacional.
NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA
Esta visita es importantísima para saber si ya cumplimos, tengamos de vuelta la categoría 1 o no. Además, es la oportunidad de oro para Jimmy Pons, que tendrá que demostrar si su nombramiento en la Subsecretaría de Transporte obedece a sus talentos o sólo aceptó un hueso para cubrirse las espaldas del tiradero que dejó en el Tren Maya, donde por cierto el equipo de Javier
HONOR A QUIEN HONOR MERECE
EMay le sigue sacando muertos del clóset.
Los expertos lo han dicho una y otra vez: la aviación es un tema estratégico y de seguridad nacional. En un país como México, con un alto tráfico de pasajeros nacionales e internacionales, con una posición geográfica privilegiada para consolidarse como un hub regional, el sector debería estar viviendo otra historia y no estar cargando una bomba de tiempo que es un freno de mano para la recuperación del sector. n este desaseo no le quitaremos mérito al exsubsecretario Carlos Morán Moguel, quien pasará a la historia como el funcionario responsable que nos hizo pasar a categoría bananera ante su incompetencia de poner orden. No conforme con ello, tuvo ocho meses para devolverla y, ¿qué cree?, ¡no pudo! Luego de su desastre, Morán tuvo que aceptar su propia degradación como director del AICM, donde sigue haciendo de las suyas.
Su visión anticuada de la aviación ha hecho perder a las aerolíneas comerciales al menos 5 mmdp en épocas de vacas flacas, que siguen sin recuperarse de la crisis de la pandemia.