Título 42: obstáculo o facilitador
Las políticas de contención migratoria suelen tener impactos no esperados. Cuando el gobierno de Bill Clinton, a mediados de los años 90, decidió fortificar la frontera con México para obstaculizar la migración indocumentada, sobrevinieron dos impactos no esperados. El primero, volvió los cruces más peligrosos y costosos. Y al multiplicarse las muertes y el costo de los polleros, sobrevino la segunda consecuencia, la migración se volvió permanente, perdiendo en buena medida su carácter circular.
Este pasado lunes 23 de mayo no se abolió el Título 42 como había anunciado la administración del presidente Biden. Un juez de Alabama lo prohibió y le cayó de perlas al Ejecutivo, pues había serias dudas de la conveniencia de quitarlo. Se especulaba que, si se quitaba, podría provocar una llegada masiva de migrantes a la frontera México-estados Unidos. El Título 42 ha estado vigente desde el 20 de marzo de 2020. Al arrancar la pandemia provocada por el Covid-19, Donald Trump, a través de su secretario de Salud, impuso la medida supuestamente por motivos sanitarios. Se trataba de una ley sanitaria utilizada durante la Segunda Guerra Mundial para evitar que se propagara la polio en Estados Unidos.
La ley consiste en deportar en caliente a todos los migrantes que cruzan sin documentos. No se les procesa; es decir, no les toman huellas dactilares ni biométricas. De manera que, al no ser procesados, no son deportados oficialmente, por lo que están sujetos al castigo de 10 años de prohibición de entrar a Estados Unidos.
El Título 42 es un gran obstáculo para quienes intentan pedir asilo y se entregan a la autoridad migratoria de Estados Unidos. No son procesados y los regresan inmediatamente a México. Evidentemente, se está violando el derecho de asilo, pero Washington se escuda en proteger a sus funcionarios de contraer la enfermedad.
Pero la ley es también un incentivo para quienes intentan
No es difícil que un connacional intente cruzar la frontera tres veces en un mismo día o en un mes hasta una docena de veces