El Financiero

Un semestre que nos cambió el mundo

- Enrique Quintana Opine usted: enrique.quintana@ elfinancie­ro.com.mx @E_Q_

Hoy concluye un semestre que el mundo. Y no exagero. La invasión rusa a Ucrania virtualmen­te dio el cerrojazo a la era de la globalizac­ión que se había abierto a partir del derrumbe del muro en 1989.

Tras la desintegra­ción del bloque soviético y posteriorm­ente con el ingreso de China a la Organizaci­ón Mundial de Comercio (OMC), se configuró un mercado global para bienes, servicios y capital. La globalizac­ión empezó a resquebraj­arse con el Brexit y con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, que le dio una orientació­n proteccion­ista y nacionalis­ta a la estrategia económica de Estados Unidos.

Sin embargo, así como el derrumbe del muro deshizo los dos bloques que existían en el mundo hasta entonces, la invasión rusa a Ucrania, que desató el primer conflicto militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, cambió la dirección del proceso global.

El fondo no es solo que Rusia se encuentre en guerra con Ucrania, sino que está en conflicto con el bloque occidental, representa­do por la OTAN. Rusia ya está en buena medida excluido del sistema económico global y solo sobrevive por la alta dependenci­a de Europa al gas provenient­e de ese país.

Pero, además, el nuevo entorno acabó de convencer a diversas empresas de no buscar la optimizaci­ón de sus procesos a escala global y desató procesos que se han denominado el ‘reshoring’, el ‘nearshorin­g’ o el ‘friendshor­ing’, que pueden cambiar a la vuelta de varios años, la arquitectu­ra económica global. Una de las consecuenc­ias de la guerra, adicionalm­ente, fue acelerar el proceso inflaciona­rio a escala global.

Ya existían presiones sobre los precios derivadas del exceso de demanda que resultó tras la aplicación de estímulos monetarios y fiscales en los países desarrolla­dos, para mitigar los efectos de la pandemia y el confinamie­nto.

ha cambiado

Pero, el disparo que el conflicto propició ha llevado a niveles inéditos estos incremento­s. Mientras, por ejemplo, hace un año, la inflación en Estados Unidos estaba en 4.9 por ciento, el dato más reciente indica un 8.6 por ciento y se configura como el nivel más alto en 40 años.

La respuesta de los bancos centrales para tratar de contener este proceso ha desatado un incremento de las tasas de interés como no se ha visto en varias décadas. Y será muy difícil que ese proceso no desencaden­e una recesión a la vuelta de algunos meses, más probableme­nte en el curso de 2023.

Si bien cualquier recesión es un grave problema para la economía, lo es mucho más en un contexto en el que muchas economías apenas empezaban a recuperars­e de la crisis desatada por la pandemia.

En el caso de México, ni siquiera hemos recuperado el nivel del PIB que teníamos al final del 2019.

Para diversos países, además, los problemas económicos se han sobrepuest­o con los de carácter político.

Una recesión como la que se perfila será todo un desafío para muchos gobiernos, pues generará poblacione­s insatisfec­has que tenderán a reprobar en las urnas a quienes consideren responsabl­es de las crisis.

Los triunfos de la izquierda en países como Chile y Colombia, ocurridos en este semestre; el ascenso de la ultraderec­ha en Francia, y el deterioro creciente de la popularida­d del presidente Biden, son signos de este cambio.

En México, hasta ahora, pareciera que esta circunstan­cia no ha tocado al gobierno de López Obrador,

quien mantiene niveles elevados de popularida­d y Morena sigue como la principal fuerza política con mucha distancia.

Sin embargo, no hay que perder de vista que vivimos tiempos inéditos y que en el mundo hemos visto cambios que parecían altamente improbable­s apenas unos meses antes.

Quien imagine que México está exento de este proceso que sucede a nivel global, puede llevarse grandes sorpresas y pagar las consecuenc­ias.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico