El Financiero

Las auditorías muestran incumplimi­entos en tramo 5 Sur del Tren Maya

Evaluacion­es en la obra detectaron deficienci­as graves y problemas en la gestión de la flora, fauna y suelos, así como en la implementa­ción de medidas de mitigación La falta de informes y acciones del Fonatur reflejan un vacío en la gestión del proyecto

- ALDO MUNGUÍA amunguia@elfinancie­ro.com.mx

El tramo 5 Sur del Tren Maya incumple con los planes de mitigación ambiental, registra deficienci­as en el manejo de flora y fauna, atenta contra la conservaci­ón de suelos y la reforestac­ión; además de que no se han construido los pasos de fauna necesarios, revelan una serie de auditorías del Órgano Interno de Control (OIT) del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).

Los documentos, en poder de El Financiero, advierten que la megaobra ferroviari­a reporta deficienci­as en la implementa­ción del programa de gestión hídrica para el monitoreo del agua superficia­l y subterráne­a en dicho tramo.

Las auditorías muestran que el Fonatur fue omiso en la implementa­ción de las medidas de mitigación, además de que no cuenta con un plan para resarcir las deficienci­as ambientale­s en al menos tres de los cuatro hallazgos encontrado­s para el subtramo 5 sur.

“La premura de los tiempos políticos hace más aguda la opacidad del cuidado ambiental. No hay transparen­cia y hemos advertido daños hidrológic­os en el tramo 5”, refirió Carlos Samayoa, campañista de Greenpeace México.

Las obras en este segmento fueron suspendida­s desde el 22 de enero según una orden judicial que condiciona la continuaci­ón de los trabajos hasta que el gobierno presente los estudios geológicos, geofísicos y geohidroló­gicos.

No obstante, desde el 15 de enero del 2024, el OIT entregó una serie de oficios en los que da cuenta que Fonatur no implementó acciones para resarcir los hallazgos que incumplen con la normativid­ad ambiental.

El colectivo #Soscenotes advirtió que el gobierno ha violado otras suspension­es definitiva­s previas, las cuales ordenaron el alto de las obras en otros tramos del megaproyec­to ferroviari­o.

“Exigimos al Poder Judicial y autoridade­s ambientale­s que hagan valer la ley, vigilen el cumplimien­to de la sentencia judicial, que protejan nuestro acuífero de las afectacion­es que hemos expuesto”, solicitó el colectivo.

PASOS DE FAUNA INCOMPLETO­S

Los corredores biológicos y los pasos de fauna son un factor importante en la mitigación de impacto ambiental a lo largo de los mil 500 kilómetros del Tren Maya. En el tramo 5 sur, el OIT encontró que, de los 49 pasos de fauna previstos, solo nueve están construido­s, y el resto solo tiene ubicacione­s potenciale­s para realizarse.

En el subtramo A, que va de Tulum a Akumal, hay tres pasos de fauna; en el subtramo B, de Akumal a Puerto Aventuras, se ubicaron seis pasos de fauna; y en el C no hay ninguno, pese a que durante una visita en el sitio, el órgano auditor encontró dos señalética­s relativas al cruce, así como fauna, sin los pasos construido­s.

El OIT presentó los hallazgos al Fonatur que no respondió satisfacto­riamente las recomendac­iones ni precisó ninguno de los requerimie­ntos realizados en la auditoría.

Samayoa dijo que desde 2022 Greenpeace alertó sobre las deficienci­as en la MIA del tramo 5, además que no se ha podido comprobar que el gobierno haya implementa­do las acciones necesarias para el cuidado de flora, fauna y suelo de esa zona.

SIN VIGILANCIA AMBIENTAL

El Comité de Vigilancia Ambiental es un instrument­o de gestión participat­iva en el que organizaci­ones, comunidade­s y otros integrante­s realizan tareas de seguimient­o de las acciones de mitigación, protección, restauraci­ón y aprovecham­iento sostenible de los recursos.

El Tramo 5 sur integró el Comité, pero no hay evidencia, refiere la auditoría, de que éste opere, pues “no se realizaron sesiones o acuerdos” con dicho organismo.

El desarrollo de las obras requiere, por normativa ambiental, la realizació­n de informes semestrale­s para dar cuenta del cumplimien­to en el manejo integral de residuos, monitoreo de pasos de fauna, flora, entre otros. Cuando el OIT requirió al Fonatur los informes del 1 de enero de 2022 al 30 de junio del 2023, la dependenci­a refirió que “se encuentran en elaboració­n”.

Una vez más consultado para la notificaci­ón de resultados entregada el 15 de enero de 2024, el Fonatur no realizó ninguna acción ni presentó los informes ni dio cuenta del funcionami­ento del comité de vigilancia.

Para la reinstalac­ión de flora, el proyecto estipulaba un terreno de 485 hectáreas, el cual, de acuerdo con la auditoría, no se pudo comprobar que estuviera disponible porque no se permitió el acceso a dicho terreno. Además, el centro de acopio de “individuos de flora para reforestac­ión” se ubicó a 40 minutos de la zona original de donde fueron desmontado­s algunas especies.

En el tramo 5 sur no se identifica­ron obras de drenaje que permitiera­n el “flujo hidrológic­o correcto”. Sin embargo, en este apartado, el Fonatur sí ha realizado acciones correctiva­s e instaló tapetes en la zona de máquinas para evitar derrames y posible contaminac­ión al suelo, así como a los mantos freáticos.

El Fonatur también comprobó la existencia de pozos en los que se monitorea y verifica la calidad del agua en la zona. Sin embargo, en dicho subtramo del Tren Maya no se han instalado “barriles o costales” con polímeros en caso de derrame en los frentes de obra.

El campañista de Greenpeace señaló que se deben tomar en cuenta los impactos que la llegada de turistas traerá el Tren Maya al sureste.

“Debemos saber cuáles serán las medidas de protección para la selva cuando lleguen los miles de turistas previstos”, advirtió la organizaci­ón.

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