IA elevará eficiencia, pero no reemplazará el talento humano
La inteligencia artificial puede ayudar a crear más eficiencia en las organizaciones y las compañías y tal vez puedan automatizar áreas clave, pero no lograrán reemplazar al ser humano en actividades que requieren atención y contacto con la gente, afirmó en entrevista Toby Fowlston.
El director global de Robert Walters, consultora internacional de talento, firma que tiene presencia en 31 países, recalcó que la inteligencia artificial no es un reemplazo para los humanos y no debería serlo ahora.
“Se debe considerar que el toque humano es más importante ahora que nunca, en un mundo que está tan desconectado de la importancia de las relaciones realmente humanas”, dijo.
La magia ocurre cuando tienes humanos que hablan entre sí, por lo que las relaciones comerciales y de servicio al cliente son más importantes ahora más que nunca y no creo que la inteligencia artificial deba intentar replicar lo que una persona hace.
“La tecnología puede acelerar muchas cosas, pero lo único que no puede es la experiencia, y la única lección que intento inculcarles a mis hijos y a las personas es que tengan paciencia y conozcan la vida”, abundó.
Expuso que la selección de personal puede haber procesos donde se use la inteligencia artificial para acelerar el proceso, se puede usar el chat GPT para la especificaciones del trabajo y algunos chatbots, para intentar hacerlo más rápido y más fácil para los candidatos en términos de un proceso de solicitud.
“Pero cuando piensas en las grandes decisiones que tomas en la vida, como cambiar de trabajo, la importancia de tener a alguien físicamente presente para hablar, asesorar y aconsejarle es realmente importante”, advirtió.
Entre las carreras que Fowlston ve con oportunidades de empleo y un salario bien remunerado, serán las relacionadas con la inteligencia artificial, de atención médica, ya que es un sector que se ha desarrollado significativamente en los últimos años, porque la gente vive más y necesita cuidados. También se mantendrán los sectores tradicionales de cuello blanco, como la contabilidad y el derecho.