El Guardián

¡ACHICHARRA­DO!

» El cochino vicio se llevó a la tumba a un hombre mientras dormía

- Juan Francisco Valdés

Alejandro Samaniego Andrade, de 56 años de edad, falleció en el Hospital General de Saltillo, al sufrir quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo, tras haberse registrado un incendio en su domicilio.

Personal de la Unidad de Homicidios Violentos de la Procuradur­ía General de Justicia del Estado (PGJE), acudió a dar fe y ordenó el levantamie­nto y traslado del cadáver a las instalacio­nes del Servicio Médico Forense.

Posteriorm­ente, policías y personal de Servicios Periciales acudieron al lugar del siniestroe­n, el cruce de Correo Marítimo y Estampilla, en la colonia Postal Cerritos.

Primero sometieron a entrevista a Juan Jesús Samaniego Puente, de 33 años, hijo del fallecido, y éste argumentó que el incendio se reportó el lunes alrededor de las 11:30 de la noche, luego de que un grupo de vecinos le informó que el domicilio de adobe donde reside su padre, fue consumido por el fuego.

En ese momento aún desco- nocía por completo las causas que originaron el siniestro; se abocó a la salud de su papá porque le informaron por parte de la Cruz Roja que lo trasladaro­n sumamente grave, con quemaduras de primer y segundo grado.

Detectives y peritos, en sus primeras hipótesis, refieren que la persona presuntame­nte llegó a su casa bajo los efectos del alcohol, y al acostarse en el colchón presumen que encendió un cigarrillo, quedándose dormido.

Sin darse cuenta, la colilla incendió la cama sin darle tiempo de reaccionar, ya que el fuego se extendió a los guardarrop­as y puerta de la casa.

A pesar de que solicitaro­n la rápida intervenci­ón del cuerpo de Bomberos al sistema de emergencia­s, batallaron para controlar la situación, y en la cama aún localizaro­n al morador, al cual le brindaron ayuda.

Lo llevaron al hospital más cercano de la colonia, que fue al General, pero de manera lamentable los médicos no pudieron hacer nada por ponerlo a salvo y lo declararon sin vida.

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 ??  ?? DECESO. Dormir con el cigarro encendido, y en aparente estado etílico, le costó la vida.
DECESO. Dormir con el cigarro encendido, y en aparente estado etílico, le costó la vida.

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