Curas los prostituyen
Sexo en moteles sale a la luz pública tras investigación de defensora de los derechos humanos
Una víctima de pederastia dio a conocer los secretos sexuales que se esconden tras las paredes de las iglesias y los seminarios de la Diócesis de Saltillo, asegurando que los retiros espirituales religiosos han servido para reclutar víctimas.
En un reportaje difundido en el portal electrónico del diario Milenio, el hombre de 33 años es parte de una investigación que realiza Aída Badillo, activista defensora de los derechos humanos, quien proporcionó un audio de 50 minutos, de la conversación, donde se destapa la presunta red de corrupción de menores en la Diócesis de Saltillo.
“Alexis” tuvo su acercamiento con esta red de corrupción desde los 13 años en grupos juveniles. Los 14 años asistió a un retiro espiritual. “En el Seminario Diocesano las relaciones entre los mismos seminaristas era algo muy común”.
A los 17 años, accedió a las propuestas de un presbítero, calificando la experiencia como “extraña” pues sabía que no era correcto, sosteniendo relaciones en varias ocasiones.
Los encuentros pasaron de la oficina de la iglesia a moteles, sin que a nadie le pareciera extraño el acercamiento entre el sacerdote y el adoles-
ENTREVISTADO.
cente. “Alexis” consideró que los jóvenes de ahora acceden por un interés económico, pues saben que pueden obtener cierta “solvencia”. ‘Llama’ a llamas También dijo que el activista de la Comunidad LGBTI, Carlos Llamas, reclutaba adolescentes para llevarlos a grupos religiosos con el Padre Robert Cougan, responsable de la Pastoral Penitenciara, quien además, dijo, que se ha declarado abiertamente “activo”, para de ahí ser contactados con otros sacerdotes.
Reveló que con el paso de los años sus experiencias sexuales no sólo era con grupos de Diocesanos, sino que se extendieron con Frailes, calificando a los primeros como “promiscuos y libertinos”.
Mientras que las otras órdenes religiosas son mucho más cuidadosas en estos temas, pues se tiene mayor control de sus integrantes y de quienes colaboran con ellos.
Aída Badillo estimó que pudieran ser más de 60 jóvenes, menores de edad, que posiblemente pudieran haber sido víctimas de la red de corrupción en la Diócesis de Saltillo.
Hizo un llamado a las víctimas para que hagan sus denuncias ante la Fiscalía.
La iglesia siempre ha sido así, pero como que Vera (el Obispo) vino a traer más libertinaje, era más escondido, era bien raro, pero ahora ya hay más libertinaje”.