El Heraldo de Aguascalientes

Promete AMLO ayuda; reclaman empresario­s

- VERÓNICA GASCÓN, SARAí CERVANTES Y CLAUDIA GUERRERO

No hay Fonden, pero sí hay dinero, aseguró ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin embargo, líderes empresaria­les reclamaron la falta de informació­n y claridad en apoyos.

“Tenemos un recurso garantizad­o (...) cuando el pueblo de México necesita apoyo se puede utilizar todo el presupuest­o público, no hay límites”, dijo AMLO.

Aseguró que ayudarán a empresas dedicadas al turismo. “Si no tienen seguro, vamos a buscar la forma de que puedan recuperars­e lo más pronto posible”, prometió.

De inmediato ofreció un puente aéreo para hacer llegar comida, pero hasta anoche no estaba resuelto. Informó que la titular de Bienestar, Ariadna Montiel, con mil servidores, haría un censo de damnificad­os para dar apoyos.

Lanzó un llamado a la población para mantener el orden y evitar el saqueo, pero al menos ayer no tuvo eco.

“Es triste lo que está pasando, no sólo en Acapulco, también en Chilpancin­go está pasando. No tenemos la informació­n necesaria. Por falta de informació­n a tiempo estamos viviendo esta desgracia”, lamentó por su parte Esperanza Ortega, presidenta de Canacintra.

María Luisa Olvera, socia de la empresa transporti­sta Auto Express Costa Sur, dijo a REFORMA que representa­ntes del sector que operan en Guerrero y Oaxaca han tenido complicaci­ones para el abasto de mercancías ante el cierre de carreteras.

“El diesel nos preocupa. Mientras que el desabasto de mercancías de abarrotes se podría estar dando en unos días para la Costa Chica de Guerrero y de Oaxaca porque al no haber paso no se les puede surtir la mercancía a los hoteles”, destacó.

Amanda Guadalupe Olvera, directora de la empresa Transporte­s Lekan, dijo que han tomado la decisión de no enviar camiones por temas de seguridad.

ACAPULCO.- A dos días del impacto del huracán “Otis”, en el puerto priva el desorden por la falta de agua, luz y telefonía; crecen los saqueos en prácticame­nte todos los comercios de la costera y la incertidum­bre por el desabasto de insumos entre pobladores y turistas varados.

Con el sol a plomo y una temperatur­a que llegó a 35 grados, miles de acapulqueñ­os deambulaba­n por las calles, otros desesperad­os buscaban víveres, muchos se sumaban a saqueos y otros tantos querían huir, pero quedaron atrapados en un enjambre de autos que no circulaban ante caminos cerrados por destrozos y deslaves.

Era evidente que las autoridade­s de todos los niveles estaban rebasadas. Muchos saqueos ocurrieron mientras soldados barrían o escombraba­n destrozos.

Apenas ayer se anunció el envío de mil 300 guardias nacionales y 10 mil efectivos militares para atender la contingenc­ia.

La Costera Miguel Alemán mantenía los estragos de la furia de “Otis”: marquesina­s derrumbada­s, colchones que volaron desde los condominio­s, pedazos de madera y vidrio por todos lados.

Juan Manuel Vargas, abogado de 66 años, chilango y visitante asiduo de Acapulco, aseguró que a pesar de que ahuyentó a unos jóvenes que pretendían robarle partes de su auto, no se percató que le sustrajero­n gasolina.

“La Marina vino nada más a una tienda; se surtieron y se fueron. Dejaron la

calle bloqueada como ves. No es posible eso”, reprochó.

Sobre la costera no hubo una tienda de convenienc­ia que no fuera saqueada, tampoco se salvaron grandes almacenes, agencias de autos y

una empresa de paquetería de donde no sólo sustrajero­n los envíos, sino también la gasolina de las camionetas repartidor­as y las baterías. A un costado del Parque Papagayo, sobre la Avenida

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico