El Heraldo de Aguascalientes

TEMPLO MAYOR

- F. BARTOLOMÉ

ES ALGO nunca visto. La magnitud del desastre que dejó el huracán Otis en Guerrero supera la imaginació­n y cualquier video de los incidentes se queda corto sobre lo que realmente está pasando. De ahí que la respuesta ante la crisis se ve pequeña e insuficien­te. DENTRO de la 4T reconocen que la actuación oficial ha sido dispareja, que no todas las dependenci­as están jalando al parejo. Las cuadrillas de la CFE se ven por todos lados, la gente de la Secretaría de Seguridad anda operando la logística y la de Bienestar enfocada en el censo de damnificad­os. Sin embargo, otras dependenci­as no parecen entender la magnitud de la crisis.

A SU VEZ, la respuesta de la sociedad civil del resto del país ha sido abrumadora. Quienes estuvieron en Acapulco el fin de semana cuentan que era impresiona­nte la cantidad de autos particular­es, camiones de empresas y hasta camionetas de pasajeros cargadas con todo tipo de ayuda.

PROBABLEME­NTE el principal reto del presidente Andrés Manuel López Obrador sea asumir que su gobierno no puede con todo el paquete y que la mejor opción para Guerrero es coordinar esfuerzos, no acaparar reflectore­s.

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UNO de los temas que más preocupa en Acapulco es la seguridad pública. El ambiente está acercándos­e a un estallido que nadie quisiera ver. Y la culpa no es sólo de Otis, sino del dominio que ya tenía del puerto el crimen organizado.

ANTES de la catástrofe existía un control de la delincuenc­ia, por medio del narcomenud­eo y el cobro de piso. Hoy, sin negocios que paguen extorsión, su fuente de ingresos está en el control de las colonias populares, de los saqueos masivos, del acaparamie­nto de víveres y materiales.

LO PEOR del asunto es que el gobierno municipal está borrado y el estatal está atenido a la Federación y a ésta no le está alcanzando el despliegue militar. En resumen: están haciendo lo que pueden.

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NO SE lo digan a nadie, pero ayer vieron en Coyuca de Benítez, una de las poblacione­s más afectadas por el huracán, a Xóchitl Gálvez. La aspirante presidenci­al no hizo alarde de su visita. Así que no fue a tomarse la foto, ni de vacaciones. Será interesant­e saber qué está preparando.

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POR CIERTO que pocos se dieron cuenta, pero el otro día volvieron a aparecer juntas en público Beatriz Paredes y Xóchitl Gálvez, luego de la contienda interna por la candidatur­a presidenci­al opositora. Fue en el informe del alcalde Adrián Rubalcava, al que también asistieron los dirigentes partidista­s Marko Cortés, Alejandro “Alito” Moreno y Jesús Zambrano.

¿SERÁ que la senadora Paredes, finalmente, se terminará integrando al equipo de campaña aliancista o seguirá manteniend­o la sana distancia? Es pregunta para desamarrar navajas.

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