Piden Irán y Arabia alto al fuego en Gaza
RIAD.- Los líderes de Irán y Arabia Saudí, rivales regionales que a principios de este año restablecieron sus lazos diplomáticos, se reunieron ayer para solicitar un alto al fuego inmediato en la Franja de Gaza.
El Presidente iraní, Ebrahim Raisi, cuya visita a Riad fue la primera de un Mandatario iraní en más de una década, fue recibido por el gobernante de facto saudí, el Príncipe Mohammed bin Salman.
Raisi criticó a la comunidad internacional por el silencio ante las violaciones cometidas contra civiles en el enclave palestino. Tanto Israel como Estados Unidos, su aliado más importante, se oponen por ahora a una tregua, bajo el argumento de que ello permitiría al ala militar de Hamas reagruparse.
A su vez, el Príncipe saudí, quien encabezó las negociaciones para normalizar las relaciones diplomáticas con Israel antes del ataque del 7 de octubre, señaló que la crisis actual demostró “el fracaso del Consejo de Seguridad y de la comunidad internacional para poner fin a las flagrantes violaciones israelíes de las leyes internacionales”.
Los dos países islámicos apoyan a facciones opuestas en conflictos que se desarrollan en Medio Oriente, pero anunciaron por primera vez la normalización de sus vínculos diplomáticos en marzo tras un acuerdo mediado por China.
La ofensiva militar de Israel en Gaza pareció acelerar el estrechamiento de lazos entre Riad y Teherán, un poderoso patrocinador de Hamas que ha proporcionado entrenamiento a sus combatientes, según funcionarios de seguridad.
WASHINGTON.- El ex Presidente de Estados Unidos Donald Trump planea incrementar las medidas represivas contra la migración si regresa a la Casa Blanca en 2025, a fin de ordenar redadas a gran escala contra los indocumentados que ya se encuentran en Estados Unidos, y retenerlos en campamentos mientras esperan a ser expulsados.
Los planes del aspirante del Partido Republicano a la candidatura presidencial en 2024, divulgados ayer, restringirían drásticamente la migración legal e ilegal de varias maneras. Se perfila, por ejemplo, reactivar la prohibición de ingreso a las personas procedentes de varios países de mayoría musulmana.
Asimismo, propone la reimposición del Título 42, una política implementada durante la pandemia de Covid-19 para rechazar las solicitudes de asilo, aunque esta vez la negativa se basaría en acusar que los migrantes son portadores de enfermedades infecciosas como la tuberculosis.
Trump también planea registrar Estados Unidos a fin de arrestar y deportar a los migrantes no autorizados. Con la finalidad de acelerar las deportaciones masivas, el ex Mandatario prepara la expansión de un mecanismo de expulsión que no requiere audiencias con las debidas garantías procesales.
Para ayudar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas a llevar a cabo redadas masivas, planea reasignar a otros agentes federales y enviar agentes a la Policía local y soldados de la Guardia Nacional, los cuales serán aportados voluntariamente por los
Gobernadores republicanos.
El ex Mandatario también propone construir enormes campamentos para detener a los migrantes mientras se procesan sus casos y son enviados a sus países de origen.
Para sortear cualquier negativa del Congreso a asignar los fondos necesarios, el aspirante republicano sugiere
redirigir el dinero del presupuesto militar, tal como hizo en su primer mandato (20172021), para gastar más de lo que los legisladores autoricen a su eventual Gobierno.
Trump cancelaría además las visas de los estudiantes extranjeros que participaran en protestas antiisraelíes o propalestinas. Y ordenará a los funcionarios consulares en el extranjero que amplíen los controles ideológicos a los solicitantes de visas para bloquear a las personas que puedan manifestar “actitudes indeseables”.
Los planes de Trump para 2025 representan un ataque contra la migración a una escala sin precedentes en la historia moderna de Estados Unidos. Se prohibiría la entrada de millones de personas al país o se les alejaría de él varios años después de establecerse.