Reivindica discurso obradorista
Cuando compareció por primera vez ante el pleno del Senado, Lenia Batres dejó de manifiesto su apego a la ortodoxia del Gobierno federal.
Con su mensaje, dejó clara su inclinación por la austeridad y su completo respaldo al discurso obradorista.
“Hago constar que, si fuera el caso de ser nombrada por esta soberanía como ministra de la Suprema Corte y se me asignara una remuneración inconstitucional, inmediatamente devolvería a la Tesorería de la Federación el indebido excedente”, dijo.
Según Batres, los ministros de la Corte no tenían justificación “para elaborar criterios o interpretaciones tan rebuscadas que terminen diciendo exactamente lo contrario de lo que dispone la propia Constitución, menos aun cuando el propio artículo 127, además de señalar un límite absoluto de remuneraciones, indica que éstas deben cumplir con principios de proporcionalidad, equidad, adecuación y renunciable”.
A tono con la propuesta que recién ha perfilado López Obrador para presentarla como iniciativa de ley, Batres afirmó que el Poder Judicial debía “ser reformado para revisarse la forma de designación de ministros, con la posibilidad de que sean electos popularmente.
“Las personas juzgadoras observó son servidoras públicas y deben responder a las necesidades populares; es decir, a la democracia y desecharse de una vez por todas el injustificado dogma que le asigna cualquier otra función. Por eso, tienen que someterse a control, control administrativo como la rendición de cuentas y la transparencia, sanciones por rezago en sus resoluciones, control político como la presentación de comparecencias o informes”, señaló.
En una reforma judicial, propuso, “debe revisarse también la supremacía actual del Poder Judicial; es decir, la última palabra que conserva le interpretación de la norma constitucional para trasladar temas de interpretación netamente política o de notorio contraste filosófico hacia los órganos representativos del Estado, para que la interpretación judicial no distorsione la comprensión básica de cada derecho”.
A tono con la prédica de López Obrador, Batres afirmó que “en la historia reciente de nuestro país, el Poder Judicial se ha distinguido por avalar temas ominosos para el pueblo mexicano, como la reforma energética, reforma educativa, reforma laboral y, sigue una larga lista que hasta la fecha podemos remitir a la devolución o a la no devolución del dinero de 13 fideicomisos para apoyar a las personas damnificadas en el estado de Guerrero”.
“Es otra razón para pensar en la necesidad de la reforma al Poder Judicial. Debemos confrontar a la Corte actual con nuestra propia historia; el artículo 92 de la Constitución Política aprobada el 5 de febrero de 1857, dispuso que cada uno de los individuos de la Suprema Corte de Justicia duraría, en su encargo, seis años y sería elegido por el voto popular de manera indirecta, en primer grado, de varones entonces”.
“Se requiere asimismo un Poder Judicial celoso de su función de guardián constitucional sin invadir facultades de los otros poderes, no corresponde al Poder Judicial nombrar o destituir gobernadores, impedir la distribución de libros de texto gratuitos, invalidar leyes cuando no está en duda la inconstitucionalidad de los actos”, indicó.