Da AMLO marcha a tren inconcluso
Acompañado de invitados especiales e integrantes de su Gabinete, López Obrador inaugura su obra ferroviaria del sexenio; ante las críticas asegura que el tramo Campeche a Cancún ya está listo
CAMPECHE.- “Me rayé”, dijo sonriente el Presidente Andrés Manuel López Obrador al mostrar el boleto del Tren Maya impreso con su nombre y levantar su gafete correspondiente al primer vagón.
Entre risas, el Mandatario dejó que los fotógrafos y camarógrafos captaran el boleto por sus dos caras, la que mostraba la identidad gráfica del transporte recién inaugurado, con un jaguar en primer plano, y la detallaba los datos de la ruta y del viajero.
Minutos antes, había caminado desde su vagón, en el que viajaba acompañado de empresarios como Carlos Slim, presidente de Grupo Carso; Daniel Chávez, de Vidanta y Miguel Rincón, de Biopapel; al último del convoy para saludar y hablar ante los reporteros que hicieron el recorrido.
“Esta obra no se hizo con crédito, pero tampoco es una concesión, no es de particulares, es del pueblo de México, se hizo con el presupuesto público que es dinero del pueblo y, por lo mismo, tenemos que cuidar esta obra”, dijo.
López Obrador refirió que la obra tiene el propósito de conectar 20 ciudades de la antigua civilización maya y detonar el turismo en toda la zona del sureste.
“Miren, miren”, instaba a los reporteros a mirar a través de las ventanas para ver la selva abierta al paso del convoy.
POCO A POCO
Desde antes de abordar, López Obrador se adelantó a las críticas y advirtió que la inauguración de ayer era sólo el primer tramo de la ruta de más de mil 400 kilómetros que recorrerá el Tren Maya.
Aseguró que no hay una obra en el mundo que se le compare en rapidez de construcción y en las maravillas que podrán ver los futuros turistas que, guardadas las proporciones, están a la altura del antiguo Egipto.
El recorrido inició en la estación San Francisco, ubicada a las afueras de la ciudad de Campeche, a una distancia de 20 minutos en taxi desde el Centro Histórico y para la cual todavía no existe transporte colectivo.
En esa estación, López Obrador develó, en compañía de la Gobernadora morneista Layda Sansores y los representantes de las empresas constructoras, la placa conmemorativa.
“El Gobierno de la República inaugura el tramo Campeche-Cancún del proyecto integral Tren Maya, obra ferroviaria en la que participaron mujeres y hombres trabajadores de la construcción, técnicos y proveedores nacionales y extranjeros. Este proyecto será el referente para impulsar el desarrollo económico y turístico de la región sureste del País en beneficio del pueblo de México”, se inmortalizó en el anuncio.
El tren inició su marcha a las 10:20 horas con destino a Cancún, Quintana Roo, pero hizo una parada dos horas después en la Estación Teya, ubicada a las afueras de Mérida, Yucatán, en donde el Mandatario inauguró el sistema de transporte que conectará con el centro de la ciudad.
Esta estación, una de las principales en el tramo inaugurado, no está funcional al 100 por ciento; los baños, instalados dentro de unos módulos de tabla roca y señalizados con unas hojas de papel, son en realidad módulos portátiles de la empresa “Tronos”.
Afuera, había montones de tierra, conos anaranjados delimitando áreas de trabajo y personal con chaleco laborando sobre unas vías en lo que parecía ser un patio de maniobras.
En el tramo, de poco más de 470 kilómetros, hay 14 estaciones y paraderos, la mayoría de ellos aún a medio terminar, sobre todo en lo referente a los accesos, aún de tierra en algunos casos.
Todas las estaciones están afuera de las poblaciones por las que cruzan y en este primer recorrido no se observaron paraderos de transporte colectivo o sitios de taxis.
– “Muchos ven una obra inconclusa”, le planteó un reportero al Presidente.
“Ah, pues porque cada quien ve de acuerdo a su manera de pensar y hay que respetarlos”, respondió.
-“¿Cuándo podría ya estar completamente terminada la obra?”, dijo otro.
“Hoy, hoy. A ver dime tú si vamos a llegar y en cuanto tiempo vamos a llegar y si tú hubieses hecho el mismo viaje desde Campeche hasta Cancún y si hubiese costado lo que costó el tren y si hubieses llegado en el mismo tiempo”, agregó.
-”Pero los accesos no están completos, Presidente”, se le insistió.
“No, no, poco a poco, ahí va. Pero, miren, van haber algunos que, además los respeto mucho, que no son mis enemigos son mis adversarios, que no les va a gustar nada de lo que hagamos”, señaló.
SIN INCIDENTES
Con una velocidad que en su punto más alto alcanzó los 120 kilómetros por hora, el Tren Maya arribó a la Estación de Cancún casi seis horas después de haber iniciado su viaje, con un retraso de media hora por la ceremonia celebrada en Mérida.
El trayecto fue custodiado por helicópteros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y elementos en tierra de la Guardia Nacional, que también estuvieron presentes dentro de las estaciones.
López Obrador aseguró que la vigilancia aérea no fue exclusiva para este recorrido inaugural sino que formarán parte de la seguridad cotidiana al Tren.
“Todo el Tren Maya va a tener un sistema de seguridad de la Guardia Nacional, tanto en los vagones como por tierra y por aire, porque van a estar operando cuatro helicópteros diario y va a haber un helicóptero-ambulancia, todo está planeado”, sostuvo.
En el gabinete donde viajó el Presidente estuvo acompañado por Carlos Slim y los secretarios de Defensa y Marina, Luis Cresencio Sandoval y de Marina, José Rafael Ojeda.
La mayoría de los testigos del paso del Presidente fueron trabajadores y elementos de la Guardia Nacional quienes, al paso del convoy por cada una de las estaciones saludaban colocándose en la posición marcial de firmes.
“Viejón, nunca nos fallaste”, decía una cartulina de uno de los espontáneos colocados que un costado de la vía.