Los técnicos nunca se adaptaron
Durante 2023, el Club Necaxa enfrentó un problema significativo de estabilidad en su dirección técnica. A lo largo del año, el equipo fue dirigido por tres diferentes entrenadores, lo que complicó el desarrollo de un proyecto coherente y obstaculizó que los jugadores adoptaran un estilo de juego más definido.
El año comenzó con Andrés Lillini al mando, llegando a Necaxa tras un periodo exitoso con Pumas. Lillini se enfocó en las fuerzas básicas, área en la que logró resultados positivos, con varios jóvenes recibiendo minutos de juego y buen desempeño en dichas categorías. Sin embargo, en cuanto a resultados del primer equipo, Lillini no tuvo un buen desempeño, sumando solo 14 puntos en 17 partidos, lo que llevó a su salida de la institución.
En verano, los Rayos optaron un cambio arriesgado, nombrando a Rafael Dudamel como técnico. Su etapa fue breve y poco exitosa, dirigiendo apenas ocho partidos en los que obtuvo dos empates y seis derrotas, lo que contribuyó al desfavorable desempeño del equipo en el Apertura 2023.
Para cerrar el año, Eduardo Fentanes tomó las riendas del equipo, logrando mejorar los resultados con tres victorias, tres empates y cuatro derrotas en diez juegos. Esta mejora llevó a la directiva a mantener a Fentanes como entrenador de Necaxa.
Con la esperanza de refuerzos y la ilusión de que la pretemporada otorgue una mayor identidad al equipo, Fentanes busca ser la solución que Necaxa necesita para lograr estabilidad en la dirección técnica y enfrentar los desafíos del año entrante.