“Catolicadas”, un ataque frontal a la fe de muchos

En el Instituto de la Mujer les dio por promocionar los cortos tipo caricatura que desde hace unos años creó en la Ciudad de México un grupo de “libre pensadoras”, las cuales tienen como objeto atacar a la Iglesia Católica.

Quienes forman parte del organismo Católicas por el Derecho a Decidir señalan que todos ellos y ellas son católicos y que su objetivo es lograr la apertura a varios temas de parte de la sociedad y de la propia Iglesia Católica, lo que en verdad no es más que mera propaganda que busca confundir a quien las escucha, a quien las ve, pues ninguna de sus posturas tienen sustento en los principios éticos, morales y dogmáticos de la Iglesia.

Esos cortos, conocidos como “Catolicadas”, hacen mofa y atacan las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre el pudor, el respeto a los padres y la educación moral. Es fácil engañar a tontos y decir que esas caricaturas lo que buscan es criticar la opresión contra la mujer y la falta de libertades y las violaciones a los Derechos Humanos de muchas, eso es fácil decirlo, pues están planteadas de esa manera, pero la verdad es que esos cortos son un ataque directo a las creencias religiosas de muchos de nosotros y de millones de mexicanos.

Quien ya haya tenido el disgusto de ver esas caricaturas sabrá de qué hablamos y que desde el Gobierno del Estado se están promoviendo, no son más que la clara muestra de que desde el Partido Acción Nacional están haciendo el trabajo para imponernos la mal llamada “cultura de género”, que implica el matrimonio entre personas del mismo sexo y muchas otras cosas que con el paso del tiempo se van a convertir en un grave problema social, como ya ocurre en otras latitudes.

Sobre ese punto vale la pena recordar cómo no hace mucho los del PAN organizaban protestas y plantones contra el PRI, por esos mismos temas, pero ahora que ellos son gobierno, aceleran el paso y bombardean a las familias con esos ataques que además de ser de mucho muy mal gusto, resultan ser un ataque a la libertad religiosa de los ciudadanos, el cual puede ser combatido en el terreno legal.

Lo malo del tema es que parece que en Chihuahua el que se dice obispo –Constancio Miranda Weckmannno entrará a dar esa batalla, pues él ha demostrado a cabalidad que prefiere seguir siendo amigo de todos que el asumir como obispo, aunque cada domingo y uno que otro sábado por la noche se vista de eso para ir a celebrar bodas y bautizos de los dueños del pueblo.

En fin, mal, muy mal el gobierno amanecido y cobardes, sumamente cobardes los panistas que no hace mucho querían incendiar la plaza -decían ellos- por esos mismos temas, pero que en verdad sólo era postura electorera. Una pregunta para terminar: Señor Miranda, en serio, ¿sí se acuerda que usted supuestamente es el obispo o ya ni de eso se acuerda?

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