Conoce el arte sacro en esta Semana Santa
Pinturas, esculturas y mosaicos que evocan pasajes bíblicos y expresan la belleza divina son consideradas grandes producciones artísticas
El arte sacro es una denominación utilizada para todas aquellas producciones artísticas que tienen como fin un culto a lo sagrado o divino. Durante el trayecto de los siglos estas obras intentan determinar cada pasaje y aspectos divinos por medio de pinturas, esculturas y mosaicos.
Arte sacro y religioso, estas dos modalidades van unidas aunque no sean lo mismo, aun así desde el comienzo de ambos ha sido difícil hacer una clara diferencia. El arte religioso representa el amor y la fe hacia Dios, mientras tanto el arte sacro representa lo mismo, pero sirve como un culto divino.
CATEDRAL
La Catedral, de estilo barroco, cuenta con tres naves: la principal y dos laterales, así como dos cruceros, levantándose a cúpula ochavada, en cuyas pechinas están las imágenes que representan a los cuatro doctores de la Iglesia.
El altar mayor
El retablo mayor está realizado bellamente en cantera y es de estilo barroco estípite, con profusa decoración en el copete. El altar principal está diseñado en mármol de Carrara y está ubicado frente a la calle principal del retablo mayor.
Los altares laterales
La Catedral cuenta con un total de seis altares laterales, tres del lado del evangelio (izquierda viendo hacia el altar mayor), tres del lado de la epístola (derecha viendo hacia el altar mayor); todos realizados en cantera de estilo neoclásico, los dos más grandes están colocados en cada uno de los dos cruceros, y otros dos en cada una de las dos naves.
Los altares del lado del evangelio están dedicados a San José, la Santísima Trinidad y la
Virgen de Guadalupe; los del lado de la epístola a la Virgen de los Dolores, a la Inmaculada Concepción y a la Virgen del Carmen.
Capilla del Señor de Mapimí
Cuenta con un bello retablo dorado, realizado en estilo barroco estípite. Al centro de éste está la imagen del famoso Cristo de Mapimí. Es réplica del original de Mapimí. Fue donado por la familia Irigoya y llevado a la Catedral desde la ciudad de Cuencamé. Es el único retablo de madera que posee la Catedral. Es del siglo XVIII.
TEMPLO DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
José Amado Fernández, padre del templo, dio a conocer sobre el arte sacro que tiene esta iglesia: “Pertenece al boom artístico vivido en el Porfiriato. En agosto cumplirá cien años desde que se colocó la primera piedra, ya que la proyección del Sagrado Corazón se llevó a cabo el 31 de agosto de 1921”, informó.
El proyecto arquitectónico del templo, de estilo románico, fue realizado por el ingeniero José R. Argüelles y el ingeniero F. Tribouyet, inicialmente las obras se iniciaron bajo la dirección del ingeniero Enrique Esperón, y a su fallecimiento fue sustituido por los ingenieros Manuel O'Reilly y Carlos Ochoa Arróniz; además la cantería estuvo a cargo del maestro Romualdo González. Los trabajos se suspendieron en 1926 ante el conflicto religioso con el gobierno mexicano que llevaría a la suspensión de cultos desde el 31 de julio de ese año y hasta 1929. A partir de ese año se reiniciaron lentamente los trabajos que se prolongarían a lo largo de 30 años más, en 1931 parte del templo fue habilitada como capilla provisional en la que se inició el culto público a partir del 31 de agosto de ese año y que se consolidaría como la residencia jesuita en Chihuahua al ser devuelto ese mismo año el Santuario de Guadalupe a la jurisdicción diocesana y sobre todo cuando en 1934 se incendió la primitiva capilla de la calle 26.
El proyecto inicial del templo del Sagrado Corazón de Jesús surgió en el año 1909, cuando el padre Pedro Delgado S.J. adaptó un local situado en la calle 26 y la Penitenciaría que Enrique C. Creel cedió para la construcción de una pequeña capilla, dedicada al Sagrado Corazón, en el barrio del Pacífico. En el año 1919, el reverendo padre José María Maya S.J., superior de los religiosos de Chihuahua, convocó a los vecinos a fin que formaran una junta directiva para que se encargara de coordinar las acciones para la construcción de un nuevo templo en este terreno, el cual fue donado por la señora Rosa Terrazas de Muñoz.
La obra quedó en manos del ingeniero José Argüelles y el arquitecto Friboullier, quienes contaron con el apoyo de los ingenieros Enrique Esperón y Juan Ortiz. La persecución religiosa, también llamada “Guerra Cristera”, interrumpió la construcción durante 10 años, terminándose hasta el año 1924.
ROBOS
Con información de Javier Martínez Burgos, arquitecto de la UNAM y perito de monumentos históricos del INAH, en el país algunos de los templos han sido víctimas de la delincuencia, ya que han hurtado objetos, entre ellos pinturas al óleo, esculturas, campanas, cáliz de oro, sotanas bordadas con hilo de oro y hasta un misal del siglo XVIII, esculturas talladas en madera, documentos.
En los últimos años ha ido en incremento el número de denuncias por robo a iglesias en lo referente a arte sacro, ya que genera una gran fuente de ingreso para los que trafican con estas piezas.