Hacen buen negocio
LA REPARTICIÓN DE UNIDADES LE ENTREGÓ EL PASE AL REPECHAJE A AMBOS CONJUNTOS
Todos ganan. Chivas y Tigres pactaron un negocia ideal. Con poca inversión ganaron los dos. El Rebaño y los felinos están en repesca. Sin embargo, ambos tienen que buscar su boleto a la Liguilla, de visita. Ese fue el precio que tuvieron que pagar por igualar sin goles. El espectáculo fue poco, no era lo que la gente esperaba, pero el resultado les sirvió para seguir con vida una semana más. Lo que resta es conocer a sus rivales en el repechaje, pero es casi hecho que el Rebaño enfrente a Pachuca. Tigres tiene que esperar.
Los resultados del jueves y viernes afectaron al juego entre tapatíos y regios. Pachuca los rebasó en la tabla general, Atlas se alejó, pero la derrota de Toluca les benefició para que un empate fuera suficiente para que los dos accedieran a la repesca. La charla que sostuvieron Vucetich y Ferretti fue más que motiva y le dio un color especial al juego, pues pareció que el Rey Midas consolaba al Tuca.
Los nervios estuvieron a flor de piel en el Akron. Los dos involucrados fueron temerosos. Chivas y Tigres prefirieron no recibir daño y avanzar. El cuadro felino estuvo atrás. En el primer tiempo sólo registró un tiro a la portería: un disparo de André-Pierre Gignac que se impactó en el cuerpo de Jesús Sánchez. Tigres ofreció poco, sin embargo, en la banca no estaba la solución. Ricardo Ferretti enfrentó el juego con ocho bajas. Sus elementos de cambio eran jóvenes con poco recorrido en Primera División. Los que estuvieron en el campo tuvieron la encomienda de sacar adelante el juego. Gignac presionó, pero tuvo escaso acompañamiento.
Chivas se atrevió más, pero no hubo buenas conexiones entre José Juan Macías, Uriel Antuna y Alexis Vega. Los tres campeones del Preolímpico tuvieron ocasiones para marcar, pero les faltó la serenidad.
En el complemento, los nervios se apoderaron de todos los jugadores. Tapatíos y regios prefirieron no cometer errores y esperar a que el juego se diluyera. Eso fue lo que pasó. El balón fue de un lado a otro, pero sin que se acercara a las porterías. El tiempo se esfumó y el negocio que pactaron en el inicio del juego resultó perfecto.