Los negacionistas
Para atacar un problema
se necesita reconocer que hay un problema. Negarlo no sólo no sirve, sino que impide proponer soluciones con el objetivo de mitigarlo y acabar con él. Esto es precisamente lo que pasa con la brecha salarial entre hombres y mujeres. A pesar de que existen estudios que muestran clara y evidentemente que la brecha salarial sigue siendo uno de los grandes pendientes en la equidad, hay hombres, que lo niegan e inclusive llegan a la burla.
Parte de esos hombres “negacionistas” son personajes que están de alguna u otra forma en la esfera pública, ya sea como tomadores de decisión o como líderes de opinión que sutil o abiertamente imponen su visión acerca de la brecha salarial y, por tanto, actúan en consecuencia: no hacen nada ante un problema que para ellos no existe.
De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, durante enero de 2020 los hombres registraron un salario diario asociado a trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mayor que el de las mujeres en el país, 416.4 frente a 363.5 pesos por día, es decir, una diferencia (brecha) de 14.6%. Entre los estados con la brecha más amplia está Chihuahua, con 26.1%.
Según el Instituto Mexicano para la Competitividad, desde 2017 y hasta antes del inicio de la pandemia por Covid-19, las mujeres ganaban en promedio 85 pesos por cada 100 pesos de los hombres. Los sectores de comercio, manufactura y servicios enfrentan las mayores brechas salariales, los cuales emplean al 95% de las mujeres ocupadas. Hasta septiembre de 2020, una mujer que trabajaba en la formalidad ganó en promedio 42% más que una mujer ocupada en la informalidad, pero 13% menos que un hombre en el sector formal.
ONU Mujeres considera que pese a los avances que se habían registrado para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres en el mundo, alcanzar la paridad económica de género tardará por lo menos 257 años.
El mismo organismo internacional también hace visible que las mujeres realizan
El problema es que en 2020 se siga negando que esta brecha existe y que, como consecuencia, se siga matizando el problema, y que ya esos 257 años para alcanzar dicha paridad se incremente aún más.
tres veces más cuidados y trabajos domésticos que los hombres, en el contexto global, lo cual quiere decir que no sólo trabajan en horarios iguales o similares a los de los hombres, sino que en casa están a cargo de las tareas domésticas y el cuidado de niños y adultos mayores.
Estos tres son sólo ejemplos de lo que infinidad de organismos privados o públicos, nacionales e internacionales, han analizado y concluido. Ni siquiera vale la pena cuestionar si estos organismos y autoridades son confiables. El problema no es ese. El problema es que en 2020 se siga negando que esta brecha existe y que, como consecuencia, se siga matizando el problema, y que ya esos 257 años para alcanzar dicha paridad se incremente aún más.
La brecha salarial entre hombres y mujeres cobra gran importancia porque ayuda a propiciar una mayor suficiencia financiera de las mujeres y disminuir la vulnerabilidad ante casos de violencia. Está comprobado que cuando las mujeres tienen una independencia salarial, son capaces de afrontar de mejor forma la violencia de género. Por eso, el negacionismo causa mucho daño en el avance de la equidad, en lograr el empoderamiento de las mujeres. Es parte de un todo.