Bop Pop narra su lucha para ser aceptado
Aspirante a escritor y homosexual no es precisamente un chico promedio de los años ochenta en España. Pero además de los libros de José Donoso, Truman Capote y Oscar Wilde, a Bob le acompaña su abuelo, quien previsoramente lo acerca a la literatura, por si acaso se siente demasiado solo en un entorno donde su padre lo ignora y la madre vive en su propio mundo. Eso, además del escarnio social.
"Quisiera decir que ha cambiado más de lo que ha cambiado", dice a El Sol de México Bob Pop acerca de la homofobia. "Los espacios de hostilidad, de agresión y de odio siguen estando ahí, pero afortunadamente los de tolerancia son mucho más amplios y mucho más habituales, con lo cual seguimos sufriendo la agresión, la hostilidad, pero nos abrazan mucho más de lo que nos abrazaban antes".
Autor de blogs, columnas y guiones, así como de la novela "Mansos" (2010), el ensayo de humor "Cuando haces Bop ya no hay stop" (2013); y un par de diarios publicados en 2017 y 2018, Bob Pop también es conocido por su trabajo en medios de comunicación, sobre todo por "Late motiv", el late night show conducido por Andreu Buenafuente. En todos los foros es un activista contra la homofobia.
Al crear "Maricón perdido", producción original de TNT, "tenía presente todo el tiempo el poder de la ficción para generar posibilidades de ser por fin colectivo, generar tantas voces como seamos y despedirnos del heteropatriarcado, del estereotipo, que seamos trans, lesbianas perdidos, nos demos la mano en un parque y nos tomemos un tequila", señala.
Como un acto de rebeldía, tomó para el título de su serie autobiográfica la palabra "maricón", para quitarle valor como insulto, pero, advierte, "aunque creo en la justicia poética no me conformo, quiero la justicia real; de momento he encontrado la real un poco, sobre todo en quienes han sufrido vejaciones", explica quien nació con el nombre de Roberto Enríquez quien presenta una obra irónica y divertida en la que participa Candela.
No necesito reconciliarme con mi madre, he aprendido a mantenerme lejos, sé lo que no puedo cambiar en mí, lo que provoca mi familia y cada vez cuesta más que me hagan daño"